El levantinismo se divide

Los tiempos. Esa es la gran preocupación del levantinismo, más allá del propio futuro del club, ante el proceso de selección del plan de viabilidad por el que se decantará la Fundación el próximo 12 de julio. Los más optimistas se muestran expectantes y los más críticos que el procedimiento se desarrolle con oscurantismo. En cualquier caso, esa preocupación ha generado la división que puede ser hasta lógica en una situación tan incierta como la que se le presenta al club justo después de la etapa más exitosa de su historia.

Llorenç, de Levante Fans, apunta a la figura de Quico Catalán, matizando desde el inicio su opinión: «Me falta información para tener una opinión formada». Eso sí, hace referencia a su confianza al todavía presidente del club y a su cambio de rumbo en esta crisis con respecto a las anteriores: «En otras ocasiones afirmó que seguía en el cargo por responsabilidad. Quiero pensar que en este caso la decisión que ha tomado no sea una irresponsabilidad». Este aficionado alude a la falta de información y muestra su confianza de que se aportarán detalles «en su momento».

Esa falta de información, calificada como «opacidad» centra la crítica del grupo Levante somos todos, una de las voces más críticas en el día después del anuncio de marcha de Quico Catalán y el anuncio de un proceso de selección de un plan para recuperar la estabilidad del club. «Ante la ausencia de un plan propio, la Fundación ha abierto un procedimiento para presentar propuestas con un ridículo plazo de 12 días». Este grupo afirma que vigilará cualquier iniciativa que suponga un aprovechamiento de información privilegiada. «Nuestra asociación trabaja ya junto a profesionales del ámbito jurídico para salvaguardar los intereses del Levante, sus accionistas y aficionados emprendiendo, si fuera necesario, todas aquellas medidas que en derecho le puedan corresponder», afirman.

También se muestra crítico, con argumentos similares, el grupo de accionistas FROG: «No entendemos por qué se pretende, con una urgencia sospechosa, favorecer una inyección de capital que parece sólo poder venir, curiosamente, de la mano de uno de los actuales consejeros».

«Nos parece intolerable que se pretenda aprobar una propuesta de viabilidad ignorando la opinión de los más de 10.000 socios del Levante, como también que a los patronos nos cueste mover cielo y tierra aspirar a obtener la documentación económica necesaria», señala el grupo liderado por Carlos Ayats, que anuncia que apoyará «sin fisuras» la propuesta de José Dánvila si considera que es la más beneficiosa.

En el mismo sentido, José Mocholí, de la Peña Sin Tregua, afirma: «Si se va a entregar el club por 15 millones, el procedimiento se debería y valorar con tiempo». LAS PROVINCIAS trató de contactar sin éxito con el presidente de la Delegación de Peñas.

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