Toño da positivo por alcoholemia

El futbolista del Levante Toño García cometió un delito contra la seguridad vial al dar positivo por alcoholemia y superar la tasa máxima permitida. El jugador dio este martes su acuerdo de conformidad en un juicio rápido en la Ciudad de la Justicia de Valencia y le retiraron el carnet de conducir, que no podrá recuperar en un mínimo de ocho meses, como marca la ley, junto a una pena que en estos casos oscila entre 1.500 y 3.000 euros.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes pasado. Esa tarde Toño jugó el partido completo contra el Villarreal y regresó con sus compañeros en autobús a Valencia, cerca de las 21 horas. Después salió a cenar para relajarse tras el partido. En torno a las 4.40 horas de la madrugada, el futbolista conducía su coche y a la altura del número 122 de la avenida Blasco Ibáñez, cuando circulaba muy despacio buscando aparcamiento, por lo que dio un giro brusco hacia la izquierda y detuvo el coche en doble fila. De inmediato dos agentes de la Policía Local, que presenciaron los hechos, le dieron el alto.

Tras pedirle la documentación, le hicieron soplar en el etilómetro y el resultado superó los 0,62 mg/l, cifra que se considera delito. Por este motivo los policías le leyeron los derechos y trasladaron a Toño a la central de la Policía Local en la avenida del Cid de Valencia. Allí le realizaron una segunda prueba, que también superó el límite penal, pero en este caso con un etilómetro de mayor precisión.

El futbolista se marchó a su casa y asistió al entrenamiento del lunes por la mañana en la ciudad deportiva de Buñol. Le comunicó lo ocurrido al entrenador, Paco López, que le hizo ver que había cometido un error y que debería actuar con más cuidado, pero tanto el técnico como el club por el momento han preferido no ser más duros con el futbolista, al considerar que es algo de su vida privada que no ha afectado al aspecto deportivo.

Toño, que atraviesa un gran momento de forma y es indiscutible en las alineaciones, también asistió al entrenamiento de ayer en Buñol y emitió un comunicado en sus redes sociales: «Todos aprendemos de nuestros errores y por eso quiero pedir disculpas. Ni como ciudadano, ni como profesional del fútbol puedo protagonizar un acto como el de la noche del domingo, cuando volvía de cenar tras el encuentro contra el Villarreal. Soy consciente de que fue una temeridad y por ello pido perdón a toda la ciudadanía, al club, a la afición y a mis compañeros. Mi ilusión, compromiso y trabajo por los colores del Levante siguen siendo máximos».

Después del entrenamiento, el futbolista fue ayer a la Ciudad de la Justicia, donde entregó su carnet de conducir a la policía y firmó el acuerdo de conformidad de los hechos en el juicio rápido, por lo que acepta la sanción y no recurrirá.

Esta mañana el equipo se entrenará en el estadio Ciutat de Valencia, donde se encuentran las oficinas del club, y Toño tiene previsto hablar con el presidente, Quico Catalán, para explicar su versión de los hechos. Después el consejo de administración deberá decidir si da carpetazo al asunto, al no haber ningún perjuicio en el rendimiento deportivo, o sanciona al jugador según el régimen interno del club.

En abril de 2016 los jugadores Deyverson, Simao y Feddal sí recibieron una dura sanción de la directiva por salir de fiesta tras una derrota del equipo, que era colista, y fueron obligados a grabar un vídeo para pedir perdón. En este caso la reacción del club ha sido muy diferente, ya que las circunstancias también cambian mucho, y por el momento el club no le ha pedido que hiciera ningún vídeo. Falta saber si habrá multa.