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Felipe Miñambres pretende poner toda la carne en el asador. El nuevo director deportivo del Levante se ha implicado especialmente en la misión de renovar el contrato de Pepelu García. Un objetivo visiblemente complicado teniendo en cuenta que haría falta un milagro para lograr la permanencia. El joven dianense, la mayor perla granota de los últimos tiempos, ha irrumpido con fuerza en la Liga, despertando el interés de clubes europeos de talla de Champions. El centrocampista, muy arraigado en Orriols, disfruta de su protagonismo y del cariño de la grada. Todavía no ha tomado un decisión definitiva sobre su futuro y va a esperar a que acabe la temporada para hacerlo. Sin embargo, un descenso haría muy difícil su continuidad. Una lástima.
La planificación deportiva de la próxima temporada está supeditada a la categoría en que militará el equipo. Hay numerosas operaciones en punto muerto. Sin embargo, Miñambres sabe que en el caso de Pepelu no hay tiempo que perder. Es más, posiblemente, el club ha llegado demasiado tarde para atarlo. Cabe recordar que, el pasado verano, el futbolista tuvo un pie fuera del equipo porque no sintió la confianza que esperaba.
Finalmente, las propuestas del Getate y el Clérmont francés no llegaron a buen puerto en el mercado estival y Pepelu se quedó en la plantilla. Debía competir por el puesto con jugadores como Radoja, Vukcevic, Malsa y Melero. Finalmente, la acumulación de bajas en el centro del campo le proporcionó ciertas oportunidades con Paco López en el banquillo. Las aprovechó. Pero su explosión ha llegado con Alessio Lisci como técnico. El italiano le conocía bien desde las categorías inferiores del Levante.
Desde finales del pasado año, Pepelu tiene sobre la mesa una oferta de renovación. Una propuesta a largo plazo para convertir al dianense en uno de los referentes del equipo. El futbolista, que acaba contrato el 30 de junio, todavía no ha respondido de manera formal. No va a precipitarse. Pretendía analizar detenidamente tanto su rol dentro del equipo como la situación general. Y Miñambres, quien aterrizó en la dirección deportiva azulgrana el 12 de febrero, está siendo testigo directo de la eclosión del mediocentro en el élite.
De esta forma, Miñambres está insistiendo con tal de convencer a Pepelu de que su mejor opción pasa por seguir como azulgrana. El director deportivo se ha propuesto quemar las últimas balas reforzando la apuesta del Levante por el jugador y contemplando diferentes escenarios para facilitar la operación.
Pepelu, quien derrocha compromiso, se ha asentado en el once inicial. Ha sido titular en 14 de las últimas 15 jornadas de Liga. Se muestra encantado en Orriols y sabe que se ha convertido en un emblema para la afición. Se siente en casa. Así, se le presenta un dilema. Llegó a la escuela granota con sólo 14 años para exhibir su proyección. Y ahora, con 23, debe tomar una determinación clave en su carrera.
Si el Levante obrase el milagro de la permanencia, resultaría relativamente sencillo alcanzar un acuerdo de renovación. Sin embargo, un descenso complicaría muchísimo la situación. Ya han llamado a la puerta del canterano equipos que compiten en Champions y que pertenecen a las mejores ligas europeas. Cada semana surgen nuevos intereses y el mercado aún debe activarse. Pepelu ha multiplicado su valor en los últimos meses y, contando con la carta de libertad, acumula atractivos pretendientes. El dianense tiene la última palabra.
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