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Jugadores del Levante celebran un gol en una imagen de archivo durante un partido ante el Castellón JESÚS SIGNES
Levante UD | Momentos duros para el Levante

Momentos duros para el Levante

Un repaso a los recuerdos más complicados de la historia del club granota a través de la visión de un antiguo miembro de la Junta Directiva del equipo de Orriols

ALEJANDRO ESCRIBANO VIDAL

Valencia

Jueves, 2 de junio 2022, 18:57

Eran otros tiempos. No había ingresos de televisión. Los clubes se financiaban con los abonados (menos de dos mil), los ingresos de taquilla, y principalmente con las aportaciones de los presidentes y directivos. Ser Presidente del Levante te abría las puertas a la sociedad civil valenciana, tener contactos con personas importante y que la gente te conociera. Santiago Sanz quería promocionarse, empresario importante que tenía un yate y dos aviones reactores. Había llegado un momento que había aportado bastante dinero para cubrir los déficits del levante. Un día pensó como involucrar a todos los directivos en la aportación. Éramos más de veinte. Las juntas directivas se celebraban a las 20,30h, pero nos citó para la próxima junta a las 19 h exigiendo puntualidad, ya que luego se cenaba en el club. A todos los directivos nos sorprendió. A la hora convenida todos estábamos allí. Nos bajaron a los vestuarios donde había dos diferentes equipajes. Se encendieron todas las luces del estadio y jugamos un partido de 40 minutos como si fuera un partido importante. Nos duchamos nos vestimos y subimos a las oficinas del club. Arriba en la parte posterior de las gradas había instalado un restaurante par esta ocasión; cenamos a base de mucho marisco y buen vino. En los postres tomó la palabra Santiago Sanz, nos comentó que había aportado mucho dinero, pero que en este momento no tenía más posibilidades. Y nos pidió que firmáramos letras de cambio de pelota ( letras que no responden a ninguna operación económica real). Estas letras las descontaría su empresa y aportaría liquidez a las arcas del Levante. Al vencimiento las pagaría él. Las aceptamos casi todos los directivos confiando en él. No éramos ingenuos ni inocentes, queríamos ayudar al Levante. Llegó el vencimiento y se inventó otro juego financiero. Abrió una cuenta en el Banco de Granada, con un ingreso de 40 millones de pesetas de su empresa. Pasó un tiempo y pidió al banco un préstamo a nombre de la entidad deportiva por otros 40 millones de pesetas, que el banco concedió contra el aval de todos los directivos. El préstamo pasado un tiempo venció y había que pagarlo. El banco en ese momento pudo exigir el pago a cualquier directivo avalista. Santiago Sanz dio un paso atrás. En esa tesitura conseguimos dividirlos entre directivos solventes. En mi caso me correspondió 3 millones de pesetas. Se abonó el préstamo con sus intereses respectivos, cantidad que nunca reclamé al Levante al igual que el resto de los componentes de la junta. Dimitió Santiago Sanz, y pasaron dos juntas directivas produciéndose, un vacío de poder al no estar convocada LA SIGUIENTE. Nos llamó el Presidente de la Federación Valenciana de Fútbol Sr. Monleón a Vicente LLúch de Juan y a mí, y nos pidió que hasta que no hubiera una nueva junta directiva, nos hiciéramos cargo del Club.

Vicente y yo formamos una junta gestora de siete miembros y empezamos a funcionar. Duró unos meses. Llegaba el día del partido en casa, y se amontonaban los acreedores exigiendo el pago de sus facturas El principal acreedor era el que instaló la Luz para ver los partidos, y decía que si no cobraba no encendía la luz. Vicente Llúch se hizo cargo de esta factura, así como de muchas que le fueron presentando los distintos acreedores. Cuando faltaban 15 días para que tomara posesión la nueva junta directiva me dijo que ya no aguantaba más y que se iba, intenté apaciguarlo, pero no hubo forma, me comentó que había puesto mucho dinero y que no ponía un céntimo más. No conseguí convencerle y tuve que hacerme cargo de la presidencia que duró un mes hasta que llegó la nueva junta. Siguieron otras juntas directivas que más o menos hicieron lo mismo, hasta que llegó la junta que presidió Pedro Villarroel. Este invirtió muchísimo dinero propio con la intención de conseguir el ascenso del Levante a primera división. Endeudó Al Levante Ud. exponencialmente. No consiguió su propósito de subir a primera división. Para sanear las cuentas, vendió el terreno sobrante del Estadio y se cobró parte de lo invertido, pero no obstante quedó una deuda enorme y el club estuvo a punto de desaparecer. Se arbitraron varias soluciones entre ellas vender al club a un inversor extranjero; menos mal que no se llegó a realizar, hoy estaríamos como el Valencia cf.

Se optó por el concurso de acreedores. Hubo una quita importante, así como un aplazamiento del resto de la deuda. Se abonó íntegramente la misma y el Levante es hoy de los socios, Hay que agradecer a Quico Catalán que lideró y evitó que el club desapareciera. Ahora hemos bajado a segunda, han sido unos días muy tristes. Tenemos que subir a nuestro Levante la próxima temporada. Hay que hacer un equipo duro de segunda división sin florituras y con un entrenador subidor y dejar a Alessio Lisci con el segundo equipo para recuperarlo cuando subamos. Nadie mejor que Quico para el ascenso del equipo, él ya ha conocido esta situación. No hagamos experimentos, nos puede costar caro. Quico Catalán es un gran presidente y conoce al club como nadie. Lo importante es que este club es de los socios y no de un inversor extranjero, y con el apoyo de la afición unida, conseguiremos el objetivo del ascenso nuevamente a primera división.

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