Monólogo granota ante 2.000 almas

Con un poco de incertidumbre: «No sabemos si estaremos juntos o no», pero ataviados con las elásticas del Levante, Tanya, Alba, David, Sergio y los demás volvieron a quedar en la puerta de la tienda granota para verse. Hacía 14 meses que no repetían ese ritual que les confirmaba que estaban en fin de semana.

«A mí la verdad es que me emociona ver el nuevo estadio», comentaba la primera de ellas. La cubierta, efectivamente era uno de los atractivos de una afición que puede decir que estrenó un estadio de Primera en el regreso al fútbol tras el estallido de la pandemia.

Unos 2.000 seguidores granotas retiraron su entrada de forma gratuita y dieron color a la tribuna del estadio de Orriols en un adelanto de lo que puede suceder el próximo viernes a las 21 horas cuando el Levante de Paco López baje el telón de la temporada.

Al menos, estos lo harán por la noche, lo que evitará que se repitan las imágenes de ayer de aficionados que estaban en las primeras cinco filas reubicándose porque la cubierta, paradójicamente, no les cubre. También podrán disfrutar de los juegos de luces que son imposibles de realizar bajo un intenso sol.

Aunque el partido del Levante ante el Santa Teresa fue un monólogo local, las extremeñas, que luchan por mantenerse en Primera Iberdrola, marcaron primero. La afición reaccionó rápido. Cánticos de «sí se puede» para evitar que las suyas bajasen los brazos se transformaron en el gol de Esther en el 85.

La afición, al fin, gritaba un tanto a favor en casa. Imposible mantenerse sentado. El empate de ayer, junto a la victoria del Real Madrid, relegó a las de Pry a la tercera plaza en la clasificación. Faltan cuatro jornadas de competición y el próximo rival es el CFF Madrid a domicilio donde las granotas intentarán seguir sumando para terminar en esa zona que les dé derecho a jugar Europa.