![Levante UD | Moraes, forjado en la adversidad](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202207/22/media/cortadas/wesley-REesWtUEDZRYAAVD02W2O1H-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Sólo tiene 25 años, pero la vida de Wesley Moraes, más allá de haber alcanzado el fútbol profesional, no ha sido un camino de rosas. Para nada. Una infancia dura, con dramas y escasos recursos económicos, fue el preludio de una adolescencia agitada. Aun así, logró dar el salto a Europa tras lucirse a base de goles en Brasil. Ya como jugador profesional, se ha encontrado con obstáculos en forma de lesiones y problemas físicos que han llegado a amenazar su carrera deportiva. Ahora, en busca del entorno idóneo para reivindicarse sobre el césped, el corpulento delantero aterriza en el Levante procedente del Aston Villa. Ayer llegó a Valencia para someterse a la revisión médica y firmar su nuevo contrato. Al cierre de esta edición, la entidad azulgrana estaba pendiente de recibir un documento del club británico para poder oficializar la operación.
A sus 25 años, Moraes aterrizó ayer por la mañana en Manises con tal de formalizar su cesión al Levante. En el aeropuerto, posó sonriente con la bufanda azulgrana y se mostró entusiasmado con su nueva aventura. El fichaje del brasileño recuerda al de otros arietes que llegaron a Orriols con el objetivo de redimirse hace poco más de una década. Fue el caso de Felipe Caicedo y Arouna Koné, quienes cautivaron a la grada.
Moraes se ha forjado en la adversidad. Criado en el municipio brasileño de Juiz de Fora, perdió a su padre cuando sólo tenía nueve años. Su progenitor fue un futbolista modesto y llevó una vida disoluta que le pasó factura. Falleció a causa de un derrame cerebral. «Tengo cuatro hermanos y hermanas mayores y el dinero era difícil de ganarlo, pero mi madre se aseguró de que nunca quisiéramos las cosas importantes. A veces no tenía suficiente dinero para botas o zapatillas, o incluso para entrenar. Pero eso me ayudó a llegar a donde estoy ahora», contó en The Mirror.
El ariete vivió deprisa. Y con 14 años tuvo a su primer hijo: Ian Riquelme. Apenas un año después, nació Maria Eduarda. Así, para poder atender las necesidades de sus dos pequeños, comenzó a trabajar en una fábrica de tornillos. Las prioridades cambiaron. «Al principio no podía entrenarme, solo jugar los sábados. Luego me ofrecieron un contrato en el Tupi, así que trabajaba por las mañanas, me entrenaba por la tarde y estudiaba por la noche», explicó.
Para dar el salto a la élite, Moraes tuvo que superar una dificultad física. Y es que la pierna izquierda del brasileño es tres centímetros más larga que la derecha. «Dios me ha bendecido de muchas maneras porque mi cuerpo naturalmente se adaptó y compensó la diferencia. Afortunadamente, nunca me causó dificultades ni dolor. Mucha gente me dijo que sería imposible que jugase al fútbol profesional. Incluso los médicos están sorprendidos», relató.
En 2015, después de destacar en Brasil, Moraes decidió probar fortuna en Europa. Estuvo seis meses a prueba en las categorías inferiores del Atlético de Madrid y convenció a los técnicos, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Posteriormente, se desplazó a Francia para intentarlo en el Nancy y el Evian. Finalmente, apostó por el delantero el Trencin de la Superliga de Eslovaquia. Brilló y despertó el interés del Brujas, que en enero de 2016 abonó cuatro millones por su traspaso. El brasileño explotó en Bélgica, mostrando su talento en la Champions: «Afortunadamente, mi madre me siguió de cerca y se aseguró de que no eligiera malos caminos».
El Aston Villa pagó 25 millones por Moraes en julio de 2019. Cuatro meses después, el atacante debutó con la selección brasileña. Sin embargo, no ha cumplido con las expectativas en las últimas temporadas. Dos lesiones en la rodilla derecha le dejaron sin jugar entre enero de 2020 y abril de 2021. La primera parte de la temporada pasada estuvo cedido en el Brujas, mientras que en enero se marchó al Internacional de Porto Alegre. Su rendimiento en ambos equipos ha resultado decepcionante.
El Levante sometió ayer a un exhaustivo reconocimiento médico a Moraes, quien lo superó sin sobresaltos. Había que confirmar que los problemas físicos que frenaron su carrera deportiva están completamente superados. El brasileño tiene contrato con el Aston Villa hasta 2024 y aspira a reivindicarse en la Liga española. Pretende recuperar su mejor versión. Con su potencia y sus 191 centímetros de estatura, posee un perfil diferente a los delanteros que ya forman parte de la plantilla azulgrana. El Alavés, otro de los equipos que ha descendido a Segunda División, también ha peleado por su contratación durante los últimos días, pero el proyecto granota ha convencido al futbolista.
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