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Morales, durante el partido ante el Villarreal. JESÚS SIGNES

A Morales no se le pasa por la cabeza abandonar el Levante

El capitán se quedará en Orriols aunque el equipo descienda | El conjunto granota ya no es colista y empieza a hacer números para una salvación soñada que se sustenta en el uso de los balones largos al espacio

MARC ESCRIBANO

Lunes, 4 de abril 2022, 00:12

«No pasa por mi cabeza abandonar el Levante en caso de descenso y estaría dispuesto a hacer lo necesario para devolver al equipo a ... Primera división». Así de contundente fue Morales al finalizar el partido en el que el Levante sumó tres puntos cruciales ante el Villarreal en una jornada en la que además sus rivales directos en la pelea por la salvación se dejaron puntos por el camino. La derrota del Alavés colocaba a los granotas en la 19ª posición, abandonando el puesto de colista por primera vez desde mitades del mes de noviembre.

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Todo esto no hubiese sido posible sin la brillante actuación de los dos estandartes del equipo y que lo llevan siendo durante las últimas temporadas. Morales y Roger fue la dupla letal que Lisci ubicó solos ante el peligro en el frente del ataque. Ante la baja por lesión de Jorge de Frutos el juego del Levante se ha enfocado más en los carriles centrales del campo, despejando las bandas que ahora Miramón y Son conducen de arriba a abajo. Se podría decir que el triunfo en el Ciutat se trabajó y consiguió gracias a una fórmula que ha dado muchos éxitos en el Levante.

Los goles llegaron en balones largos desde la defensa hacia los delanteros. En el primero Roger bajó el balón de espaldas, aguantó y cedió para Morales con un brillante taconazo que embelleció una jugada práctica y efectiva. La definición al palo corto del Comandante fue fabulosa y el marcador lució un 1-0 durante media hora hasta que una vez más con el Villarreal ya volcado con todo al ataque en el tiempo añadido, otro pelotazo largo a los delanteros fue cazado por Morales tras el error de Estupiñán. La jugada individual del madrileño en el regate y tiro fue acertada aunque uno se imagina el cabreo que se hubiese cogido Malsa de no haber terminado en gol, ya que el francés estaba solo a su lado.

La fórmula del éxito fue el juego directo, pero este estilo de juego solo funciona si el equipo es sólido atrás y no encaja goles tontos. Lisci ha conseguido transmitir contundencia y oficio a una zaga que debe rendir así para salvarse y seguir en Primera.

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