Eva Navarro guía al Levante a la final de la Supercopa

Eva Navarro convierte el césped en un lienzo. Flota sobre la hierba mientras acaricia el balón, manejándolo como si fuera un pincel con el que dibujar el fútbol. La murciana no se limita a castigar a las rivales, lo hace con arte. Con ella en el campo, todo es más sencillo, incluso cuando te empecinas en complicarte la vida. Y eso fue lo que le sucedió al Levante frente a un contrincante teóricamente asequible, el Escuelas de Fútbol de Logroño.

Las riojanas habían llegado a la Supercopa con el miedo en el cuerpo, después de sustituir a su entrenador por el aliento del descenso. Pero cuando hay un título en juego, a sólo dos partidos, la ansiedad se disipa para sustituirla por ilusión. Y esto fue lo que concedió sus opciones a un Logroño inferior al Levante, pero que llegó a adelantarse.

Lo hizo gracias a cierta indolencia de las granotas en el inicio del partido. Empezaron frías, concediendo metros a sus rivales, que lo aprovecharon para merodear la portería de Paraluta cada vez con más peligro. Y en una de esas, lo aprovechó Jade: primero lanzó un chut duro que repelió la portera del Levante. Como con potencia no había podido hacerlo, la atacante del Logroño sacó a relucir su calidad para batir a la guardameta con un sutil remate por alto.

Lo bueno de este mal inicio fue que no despertó los fantasmas del año pasado en Salamanca. El Levante no se vio atenazado por la ansiedad. Más bien al contrario: reaccionó e hizo ver que era superior. Eva Navarro se convirtió en la referencia, pero más que bien secundada por futbolistas como Jucinara, Zornoza, Banini y Esther. Entre la murciana y las dos últimas se fabricó el empate antes del intermedio.

Banini filtró un balón entre la defensa riojana para Eva Navarro y esta, generosa, se la cedió a Esther para que empujara a la red. Fue muy importante igualar antes del descanso y, sobre todo, seguir percutiendo, demostrando que el Levante tenía argumentos para llevar la iniciativa. El partido se rompió definitivamente al poco de volver de los vestuarios: por un momento Eva Navarro dejó a un lado el pincel para armar su pierna como si fuera un látigo y lograr un auténtico golazo desde fuera del área.

El 2-1 noqueó al Logroño y eso lo aprovechó el Levante. Manejó el partido, que decidió en otra gran acción de Eva Navarro que regaló el gol a Andonova. Las retarán el sábado a un gigante: el Atlético o el todopoderoso Barça. Ambos se miden hoy (19 horas) en la otra semifinal. Será necesaria una gesta de las grandes, pero se presenta la ocasión de levantar un título por primera vez en 12 años.

Ficha técnica:

Levante: Paraluta; Alharilla, María Méndez, Rocío, Jucinara (Paula T., 92'); Eva Navarro (Fiamma, 92'), Toletti , Zornoza, Banini (Andonova, 64'); Irene Guerrero (Cometti, 85') y Esther (Lucía, 92').

EDF Logroño: T. Alonso; Caracas, M. Cazalla, Inés, Leti; Carol, Chini, Tavlo, Valderas (Ida Guehai, 65'); E. Rebecca (Vilakazi, 83') y Jade Boho (Judith, 83')

Goles: 0-1, Jade (28'). 1-1, Esther (33'). 2-1, Eva Navarro (60')- 3-1, Andonova (72').

Árbitra: Acevedo Dudley (Colegio Catalán). Amonestó, por parte del EDF Logroño, a Rebecca Elloh (13') y Tavlo (66').

Incidencias: Partido a puerta cerrada.