ALBERTO MARTÍNEZ
Jueves, 10 de julio 2014, 22:01
José Luis Mendilibar no quiere perder el tiempo para empezar a poner su sello. «Si el portero tiene que hacer todos los partidos cinco paradas de gol, algo no funcionado», dijo el nuevo técnico del Levante, refiriéndose a las providenciales intervenciones de Keylor la pasada temporada. Su idea pasa por adelantar la línea de presión y aprovechar más las bandas para profundizar. Pretende que el equipo dé un paso al frente y busque con mayor valentía el balón. Unos conceptos que ha comenzado a transmitir desde el primer minuto. Ayer, en el arranque de la pretemporada, preparó una dura doble sesión de entrenamiento en la que el esférico cobró un claro protagonismo.
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Tras someterse a las pruebas médicas, los 28 jugadores llegaron a Buñol sobre las 10.30 horas para remangarse. Antes de que saltaran al césped, el presidente del club, Quico Catalán, entró en el vestuario para arengar a los futbolistas y pedirles honestidad y profesionalidad. Lo hizo escoltado por el director deportivo, Manolo Salvador, el consejero Miguel Ángel Ruiz y el presidente de honor, Francisco Fenollosa.
Los dirigentes también aprovecharon para dar la bienvenida a Víctor Pérez. El mediocentro recién fichado llegó a Valencia el miércoles por la noche y ayer. El albaceteño, procedente del Valladolid, jugará dos temporadas cedido en el Levante, que además se ha guardado una opción de compra sobre el jugador.
«Estoy como loco, con muchas ganas», admitió el jugador, quien desempeñará el papel de centrocampista creador: «Soy completo en el mediocampo, enlazo con los de arriba, pero en los últimos años también he aprendido a trabajar».
Su objetivo era seguir compitiendo en la elite pese al descenso del Valladolid: «El Levante era una oportunidad muy buena de jugar en Primera. Había opciones y, dentro de ellas, esta era la mejor». Alabó la dinámica de la entidad granota: «Es un equipo asentado, tranquilo, que hace bien las cosas y va creciendo poco a poco. Es un sitio bueno para crecer como jugador».
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Víctor Pérez proviene de un club donde entrenó Mendilibar: «En Valladolid tiene todo el mundo un buen recuerdo de él. Los jugadores hablan fenomenal de él. Es intenso, le gusta presionar, pero a la vez es atrevido con el balón. Un técnico moderno». Hoy volverá a haber doble sesión. Ayer se ejercitaron al margen Rubén y Rodas, quienes arrastran molestias desde la pasada campaña.
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