El nuevo Levante de Alcaraz quiere recuperar las señas de identidad

valencia. Sin tiempo que perder, Lucas Alcaraz ya es el jefe del vestuario del Levante. Ayer el entrenador tomó las riendas del equipo en la primera de las dos sesiones que dispone para preparar el encuentro de mañana contra el Celta, donde los granotas necesitan sumar puntos para escapar de la zona de descenso. El técnico quiere implantar su filosofía poco a poco, sin sobrecargas de información a los futbolistas, aportando cada día unas cuantas ideas básicas. En él se han depositado las esperanzas para lograr la permanencia y el andaluz sabe que deberá adaptarse a las características de la plantilla y no imponer su estilo. Así va a hacerlo.

Quico Catalán y Manolo Salvador le presentaron a los jugadores en la ciudad deportiva de Buñol e inmediatamente después, Alcaraz quiso comenzar su etapa mostrando un vídeo a los futbolistas con los puntos principales de su tipo de juego. Las ayudas colectivas, el orden táctico y defensivo y las jugadas de estrategia a balón parado son elementos fundamentales. Muy similar a lo que se vio con Caparrós, intentando sacar cosas también de las etapas de Luis García y Juan Ignacio. Se trata de recuperar los valores.

«El equipo tenía señas de identidad rescatables y positivas. No por ser un equipo rocoso tiene por qué renunciar a tener el balón o a atacar, pero hay señas de identidad que sí se siguen haciendo de forma efectiva y hay que reforzarlas», comentó el técnico.

Durante el entrenamiento no paró de detener el juego en el partidillo para dar indicaciones, de forma constante. Especialmente con Diop, a quien situó en un teórico trivote junto a Simao y Víctor Pérez. Camarasa y Sissoko formaban en el otro equipo. No importaba si de cuando en cuando la defensa daba un pelotazo, incluso él lo pedía. El aspecto táctico está ahora por encima de cuidar el balón.

«El estilo es más complejo de lo que se encasilla, tenemos que lograr ser un equipo eficaz, solvente en todas las facetas, y debemos acelerar al máximo para conseguirlo. Hay que ganar tiempo al tiempo, pero minimizar las etapas no es saltárselas, es acortar los plazos», quiso dejar claro Alcaraz.

El técnico es consciente de que debe hacer «en 24 horas lo que otras veces se hace en meses» y manda el mensaje a la plantilla de que todos «deben estar convencidos» de sacar adelante la situación. Ni mucho menos es la primera vez que llega a un tren en marcha y en crisis. Está experimentado en revertir estas situaciones, lo que le ha convertido en candidato ideal para el puesto. Esta mañana tendrá su primer contacto con el césped del Ciutat de València antes de viajar mañana a Vigo.