«Alcaraz nos ha abierto los ojos a todos»

Supo sobreponerse a las turbulencias que envolvieron su aterrizaje en el Levante y ha acabado apropiándose de la portería. El relevo en el banquillo no ha alterado su condición de titular. Diego Mariño encuentra su sitio en Orriols.

No pudieron continuar en Cornellà los buenos resultados.

Se rompe una buena racha, pero las sensaciones siguen siendo muy buenas. El equipo compite y sigue teniendo alma. Jugando así sacaremos mucho puntos.

Esta vez faltó efectividad, no como en el derbi. ¿Fue es la clave?

Fallamos dos o tres ocasiones y contra el Valencia las metimos. La segunda parte fue nuestra, pero el Espanyol se defendió muy bien y fue muy efectivo. Tenemos que seguir peleando y jugando así.

Al margen de la derrota, el equipo ha crecido sensiblemente en cuestión de un mes.

En varias semanas ha cambiado todo, las perspectivas del equipo. Estamos mejorando todos individualmente y colectivamente. Venimos haciendo muy bien las cosas. Queda muchísimo y no hay que pensar que ya está todo hecho.

¿Cómo se ve a nivel particular?

Cada vez cogiendo mejores sensaciones, más ritmo y sintiéndome más cómodo en el equipo. Estoy contento de que las cosas vayan saliendo y de poder aportar al equipo.

Su llegada como cedido fue tortuosa. Ejecutó una cláusula que le permitía marcharse a un equipo de Primera tras el descenso del Valladolid. El presidente blanquivioleta, Carlos Suárez, puso trabas y finalmente tuvo que resolver el caso la Liga. ¿Aquel periodo de incertidumbre fue la causa de que empezara como suplente?

Llegué una semana antes de empezar la Liga. Estaba trabajando en solitario, pero no es lo mismo que hacerlo en una dinámica de grupo. Lo que más me perjudicó fue estar tres semanas sin entrenar con el equipo y sin pretemporada normal.

¿Ya no le mueven de la portería?

Ojalá. Seguiré dándolo todo para que el míster no cambie de opinión. Como te relajes, en dos días te pasan por encima. Cada partido es un examen y hay que pasarlo con nota.

¿Estaba convencido de que acabaría jugando de titular?

Convencido, no. Estaba tranquilo y confiaba en mi mismo. Cada día me iba encontrando mejor e iba cogiendo ese ritmo que había perdido. Confiaba en que me llegase la oportunidad. Me llegó con Mendilibar y Alcaraz ha seguido apostando por mí en un momento complicado.

La llegada de Lucas Alcaraz ha sido mano de santo. ¿Qué ha hecho para que el equipo evolucione así?

Abrirnos un poco los ojos a todos, transmitirnos otro tipo de fútbol. Mendilibar y Lucas son dos entrenadores diferentes, con dos ideologías de juego distintas. Lo que nos transmitió Lucas y su estilo de juego nos beneficia mucho, nos viene muy bien. Lo que él quiere lo entendimos enseguida y lo supimos ejecutar rápido en el campo, por eso se ha visto tan pronto un cambio. Encaja mejor la propuesta de Lucas con el tipo de jugadores de este equipo.

¿La idea de Mendilibar, que era más atrevida, iba contra la naturaleza de esta plantilla?

Estos últimos años lo que le ha dado todo al Levante ha sido ese estilo marcado de pelea. No era un equipo que tuviese el balón, pero era muy difícil atacarle. Defendía muy bien, siempre juntos, y peleaba los 90 minutos. Y luego es un equipo peligroso a balón parado y en las contras. Fue un poco todo. No supimos entender el mensaje y aclimatarnos al estilo que quería Mendilibar.

En una reunión, miembros del vestuario le comunicaron a Mendilibar que preferían atrasar la defensa. ¿Sirvió de algo?

Era cambiar sensaciones y llegar a un punto de encuentro entre todos. Corríamos mucho, pero sin sentido, muy desordenados. Dejábamos muchos espacios y no estábamos bien colocados. Las sensaciones no eran nada buenas. Ni acabábamos de defender bien ni de atacar bien.

¿Pesa mucho la responsabilidad de relevar a Keylor?

Sí que pesa. Es normal que haya comparaciones por la temporada que hizo. Estuvo a un nivel increíble y eso es muy difícil de igualar. Siempre se va a hablar de Keylor, siempre vas a estar en el punto de mira. Nuestra misión es intentar que a final no se le eche en falta.

Tiene contrato con el Valladolid hasta 2018. ¿Puede seguir saliendo cedido mientras el cuadro blanquivioleta no vuelva a Primera?

Mientras el Valladolid no suba, tengo la libertad de salir cedido si recibo una oferta de Primera.

¿Ya hay un acuerdo con el Levante para alargar la cesión en tal caso?

No, de momento no. En cuanto acabe esta temporada tendría que volver al Valladolid.

¿Si el Valladolid no sube, le gustaría continuar en Orriols?

Por supuesto. No tendría ningún problema. Estoy súper feliz. Es una ciudad que a mí y a mi novia nos encanta. Y en lo deportivo han confiado mucho en mí. Estaré siempre agradecido al Levante. Después de portero que había el año pasado, que piensen en mí es importante.

¿Cómo queda su relación con el Valladolid después de la tensión que hubo con Carlos Suárez?

No lo sé. Sería una pregunta más bien para el presidente, que es con quien hubo un tira y afloja. El 90% de la gente entendió mi decisión. El único problema fue el presidente, que tiene que defender a su club y no quería que me marchase. Al director deportivo, el entrenador y los compañeros les fastidiaba que me fuese, pero lo entendían. Cualquiera quiere estar en Primera.

El pasado verano el Villarreal, donde se formó, renunció a una opción de recompra de 300.000 euros. ¿Esa cláusula permanece?

La tienen durante los cinco años de contrato que firmé con el Valladolid. La cantidad va cambiando, croe que va subiendo.

¿Cuál ha sido su referente?

Me he fijado en Casillas y en Buffon. Son los porteros que más me han marcado.

Usted ha sido internacional con España en todas las categorías inferiores. ¿Cómo vive la regeneración de la absoluta?

Hace falta. Los de la absoluta ya van cumpliendo años y gente de la sub-21 con la que he estado jugando están a un nivel increíble. Llevan tiempo pidiendo paso, pero ahora con más fuerza. La gente no debe preocuparse por que se vayan Xavi o Xabi Alonso. Por detrás vienen Isco, Coke, Rodrigo, Morata, Alcácer... Hay selección para rato.

¿El Levante se salvará?

Por supuesto. Es el objetivo número uno. Vamos a luchar con todas nuestras armas, pero confiamos mucho en nosotros. Tenemos que salvarnos sí o sí.