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Lucas Alcaráz, entrenador del Levante UD.
El Levante tira de orgullo a la espera de fichajes
Fútbol | Copa del Rey

El Levante tira de orgullo a la espera de fichajes

El equipo lava su imagen en una buena segunda parte pero cae eliminado ante el Málaga

José Molins

Martes, 13 de enero 2015, 20:21

Sin ilusión, sin Copa y sin fichajes. El panorama del Levante es duro y preocupante, tras caer eliminado con una imagen muy pobre en la primera parte ante el Málaga, que sentenció rápido, aunque Barral y Juanfran tiraran de orgullo al final para lograr una victoria estéril. El equipo pide a gritos los refuerzos que no llegan, aunque el club sigue peleando con Gilardino y Bergessio para convencer a uno de los dos y que mejore la escasísima aportación ofensiva, ayer mejorada, en busca de la permanencia en Primera, el verdadero objetivo y única competición que queda ya.

Se presentaba el Levante con la intención de mejorar su imagen del viernes ante el Deportivo. No parecía muy difícil hacerlo, visto el paupérrimo nivel. Y al menos anoche el equipo salió con más intensidad. Con vergüenza torera para decir adiós a la Copa con dignidad. Los jugadores también querían reivindicarse para hacerle ver a Alcaraz que puede contar con ellos. Y para brindarle un premio a los dos mil valientes que se animaron a acudir al estadio, y que acumulan un aburrimiento tras otro esta campaña. Sin hacer nada del otro mundo, el equipo empezó a combinar, trenzar jugadas y llegar al área. Que tal y como estaba el listón, ya es decir.

Camarasa dirigía el juego. Mejor que Sissoko y Simao el viernes. Pero no cuenta y puede marcharse cedido en una semana. El Zhar se mostraba eléctrico, aparecía por todas partes, y se inventó un espectacular regate de cola de vaca en la banda derecha que hace años que no se veía en el Ciutat. La grada al fin se divertía. Aunque nadie soñara con una utópica remontada. Pero al menos habían aplausos. Ya no pitos ni bostezos.

Sin embargo, bien poco duró todo eso, y la eliminatoria quedó en un segundo plano. O incluso tercero, cuando Horta marcó el 0-1 a los veinte minutos, tras una gran asistencia de Samuel, que ya dejaba imposible pasar de ronda. Quedaban 70 minutos para seguir demostrando todo eso de la dignidad y las ganas de agradar. Pero el mazazo hizo mella y dejó muy tocado a los azulgrana. Luis Alberto se plantó solo ante Jesús y estuvo a punto de marcar el segundo. El gol devolvió al Levante a su triste estado natural, de juego embarullado, de inoperancia ofensiva y pases fallados. Y ahora sí que reaparecieron los pitos de la grada, con un público que esperaba mucho más. Perdidos, los futbolistas deambulaban sin rumbo, y permitieron llegar al Málaga con comodidad para que Recio, solo, marcara el 0-2. A todos les molestaba ya el partido. Si el árbitro hubiera decidido pitar el final en ese momento, nadie se hubiera quejado.

Aunque en la recta final, con la entrada al campo de Barral, todo cambió, y el equipo tuvo un arranque de coraje que bien podía haber mostrado ante el Deportivo. Dos goles suyos y otro de Juanfran animaron la noche en que, muy probablemente, Héctor Rodas disputó su último partido con el Levante. En el club donde entró desde pequeño y que deberá dejar por la puerta de atrás en este mercado de invierno.

Porque, sin interés sobre el césped, los aficionados hacían corrillos en el descanso para comentar la necesidad de fichajes. Que o viene un goleador y alguien que aporte claridad en el centro del campo o el equipo se va a Segunda. Camino lleva, lo que aumenta los nervios de los seguidores, que ya el viernes empezaron a dirigir su enfado al palco.

Las principales opciones para el ataque siguen siendo Gilardino y Gonzalo Bergessio. Para traerlos está peleando el club, negociando con el italiano, que quiere abandonar la liga china. Y también con el futbolista de la Sampdoria, aunque de momento el argentino no está por la labor de abandonar su club. Incluso su agente aseguraba ayer en Italia que no hay «ninguna posibilidad» de que el delantero venga a Orriols. A pesar de que el club genovés ha fichado a Muriel y está interesado en Etoo, lo que le dejaría definitivamente sin sitio.

Salario y competencia

El salario elevado y la competencia de otros clubes son los principales problemas. Especialmente el Parma, que quiere a ambos. También la Fiorentina y el Atalanta. Y es que el agente de Gilardino lo ha ofrecido a varios equipos, entre ellos el Levante, a sabiendas de las ganas del veterano ariete de regresar a Europa.

El club granota está apretando por ambos, los que más gustan a la dirección deportiva, y esta vez esperan no sufrir un nuevo revés, como con Oriol Riera y Javi Guerra, que hoy será oficialmente del Málaga. No obstante, se manejan otras alternativas, como Kalu Uche o Miku, por quien preguntaron hace unas semanas. Los dos quieren salir de Catar. Pero en ambos casos se trata de un interés. La negociación es con los de Italia, donde están las prioridades granotas.

En cuanto al mediocentro, el griego Tachtsidis sigue siendo la opción número uno, pero será complicado firmar al delantero pretendido y al heleno y cuadrar también el ajustado presupuesto de un millón de euros, por lo que se tienen analizados otros futbolistas de un nivel similar. Aunque entre ellos no se encuentra José Mari, que no gusta a la dirección deportiva, para quien supondría bajar uno o dos escalones.

Lo que es evidente es que ha transcurrido ya casi la mitad del mercado de invierno y el Levante está en el punto de inicio. Y no se puede permitir dejar escapar mucho más tiempo, porque cada jornada los puntos vuelan y el equipo ya ocupa zona de descenso. El futuro está en juego. Y todos deben trabajar para no echarlo a perder. Los jugadores, con más intensidad de la mostrada anoche (sólo Barral puso algo de pimienta al encuentro), el entrenador, con planteamientos más agresivos, el director deportivo acertando con los fichajes, tras demasiados errores consecutivos, y la directiva haciendo todo lo posible para que no se vuelvan a escapar ecoómicamente los futbolistas deseados. De que ese trabajo en equipo se lleve a cabo con éxito depende la permanencia en Primera. Y por delante, 20 jornadas para conseguirlo.

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