Alerta roja ante el infortunio

Hacía años que los aficionados granotas no recordaban esa seña de identidad tan ligada a la historia del 'yunque de la adversidad'. El dulce presente, con lideratos y paseos europeos, había aparcado ese triste capítulo. Pero anoche volvió a aparecer en el Martínez Valero. Personificado en David Navarro, claro protagonista del aciago encuentro. Y también en Rubén. La absurda expulsión del central nada más comenzar el encuentro fue clave. Pero el penalti fallado por el canterano, con la oportunidad heroica de levantar una muralla, completa el infortunio. La suerte le dio la espalda al Levante en el peor momento. Cuando se jugaba la vida ante un rival directo, al que le da un empujón de ánimo. Se complica mucho el panorama el conjunto de Alcaraz, sumido en una enorme depresión de la que no hay forma de salir. Y mientras, se va hundiendo poco a poco, con el pozo de la Segunda división acechando.

Porque el partido era clave. Fundamental para que el equipo reaccionara de una vez por todas. Y encima, los resultados de la jornada se habían aliado a su favor. Acababan de perder el Granada y el Deportivo, además del Getafe y el Almería. Con un triunfo daban un salto de varios puestos. Había que quitarse los miedos de encima y con cierta convicción salió el conjunto granota. Bien plantado, con dos llegadas al área consecutivas. La noche pintaba bien.

Pero todo cambió a los cinco minutos del encuentro, con la expulsión de Navarro por una agresión absurda a Pelegrín, a dos metros de donde estaba Velasco Carballo. El árbitro, que además ya había señalado fuera de juego, no dudó en mostrar la roja directa al central valenciano. Lo que condenaba a los granotas a estar 85 minutos con un jugador menos. Una acción imperdonable para un futbolista tan importante en este equipo como Navarro. El que debe ser el líder del vestuario, junto a Juanfran. Cargado de experiencia. Pero que ayer se pegó un tiro en el pie sin explicación y dejó cojos a sus compañeros. En el momento más inoportuno.

Rápidamente Alcaraz tuvo que recolocar la disposición táctica. Juanfran se puso de central, Morales pasó de extremo derecho a lateral izquierdo y El Zhar a la banda que había dejado el madrileño. Había que remar mucho. Pero el golpe fue mayor, sólo siete minutos después de la expulsión. Un gran centro de Aarón desde la izquierda acabó con un cabezazo perfecto de Jonathas cruzado a la red. Todo se venía abajo. El Elche, que llegaba lleno de nervios y miedos, se había encontrado con un regalo que no iba a dejar escapar.

Los de Escribá llegaban con mucha facilidad, el Levante estaba k.o. por dos golpes tan duros en siete minutos. Jonathas ganaba todos los balones. Es uno de esos delanteros que antes fichaba el Levante, pero que ahora siempre se le escapan en el mercado. Fajr pudo marcar también de cabeza, tras rematar sin oposición de la defensa. El equipo granota estaba hundido. Incluso el desastre pudo ser mayor con un penalti inexistente que sólo Velasco Carballo vio de Vyntra a Jonathas. Mariño detuvo el lanzamiento de Fajr y mantuvo con vida al Levante.

Lo mejor es que los granotas, pese a las adversas circunstancias, seguían en el partido. Incluso rozaron el empate. Casadesús se encontró el balón en el área, hizo un recorte perfecto, pero cuando tenía la igualada en sus botas, envió el balón excesivamente cruzado. Fue un chispazo de un Levante que empezaba a sacar la cabeza del hoyo. Y así lo intentó tras el descanso, con varias escaramuzas de El Zhar, Víctor y Morales, que rozó el poste con un disparo raso. Aunque el gol pudo llegar en la otra portería, de nuevo con Jonathas, que estuvo a punto de marcar de cabeza, pero Mariño lo evitó con una gran parada.

Pero los ilicitanos ofrecían poco más aparte de su goleador y no le sacaban todo el partido a que el Levante estuviera con diez tanto tiempo. Es por eso que los azulgrana intentaron ganar metros, volcándose al ataque ante la fragilidad de su rival. Tiraron de garra y coraje en busca del empate.

Hasta que llegó su momento, con un penalti absurdo de Damián a Víctor. La ocasión perfecta para marcar a la heroica. Pero todo salía torcido. Rubén colocó el balón con decisión, pero disparó raso y mal, sin convicción, a los pies de Tyton. Segundo penalti fallado en una noche loca. La suerte machacaba al Levante, que con un gol salía del descenso. Y duro golpe para Rubén, que necesitaba resarcirse en su regreso a la titularidad. Habrá que ver la factura que le pasa en las próximas semanas esto, ya que inmediatamente fue sustituido.

Alcaraz quemó sus naves con Martins, Xumetra e Ivanschitz en lugar de Simao, Rubén y El Zhar. Había que morir yendo a por el empate. Aunque el fallo desde los once metros había hecho demasiado daño al equipo, que se había vaciado para lograr una situación como esa para luego desperdiciarla. Ya apenas quedaban fuerzas para encontrar el camino del milagro, y el Elche se encerraba para defender la importante renta conseguida en la primera parte. Con uno menos, la tarea era casi imposible.

Quedará para siempre la incógnita de qué hubiera pasado si el partido se hubiera disputado sin la inferioridad numérica granota, porque visto el juego y el nivel de ambos equipos, los de Alcaraz perfectamente hubieran sido capaces de ganar de no haber tenido que escalar el Tourmalet con uno menos y durante 85 minutos. Pero las hipótesis no dan puntos y el error infantil de Navarro precipita al Levante a un abismo que enciende la alerta roja en Orriols. Y más ahora, que se complica el calendario tras dejar pasar partidos asequibles.