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Alberto Martínez de la Calle
Domingo, 18 de enero 2015, 23:18
Lucas Alcaraz se presentó en el Martínez Valero con un plan rompedor. Ante la acuciante decadencia del Levante el Liga, el técnico diseñó una pequeña revolución. Sin poder contar de momento con el único fichaje del mercado de invierno, un José Mari que ha llegado a instancia suya, el entrenador optó por mover piezas. Hasta cuatro cambios respecto al once que desesperó a la grada de Orriols durante la visita del Deportivo. Más allá de los obligados cambios por la sanción de Nikos y Barral, el preparador granadino introdujo significativas variaciones. Sin embargo, la apuesta se desvaneció en el minuto 5 del partido con la absurda e indiscutible expulsión de Navarro.
La estimulante victoria contra el Málaga en Copa del Rey, Alcaraz premió a los jugadores que habían dado la talla el pasado martes con una remontada sin efectos en la eliminatoria. Así, pese a la ausencia de Barral, Alcaraz dejó en el banquillo a un Rafael que no ha aprovechado las oportunidades con las que ha contado. El hombre fichado en verano como punta del lanza del equipo ha perdido incluso el rol de segunda opción. El técnico azulgrana decidió reconocer los méritos de El Zhar durante varias semanas.
El franco-marroquí volvió anoche a demostrar que, si adquiere esa regularidad que le suele faltar, puede ser una pieza importante dentro del equipo. Comenzó formando pareja atacante con Casadesús, aunque la roja a Navarro obligó a Alcaraz a realizar ajustes. El Zhar y el mallorquín se dejaban caer por la banda derecha, ya que Morales se desplazó al lateral izquierdo y Juanfran ejerció de central. El guió escrito en la cabeza del preparador andaluz se rompió en cinco minutos.
Alcaraz subsanó la baja de Nikos recuperando para la causa a Juanfran. El capitán, a sus 38 años, ha perdido chispa, pero ayer entró en el once inicial por delante de Toño. Su capacidad de liderazgo puede ser vital para que el vestuario conserve la entereza en una situación límite.
También guardó un valor especial el regreso de Camarasa, quien se había quedado fuera de la convocatoria durante las anteriores cuatro jornadas. No sólo volvió a la lista, sino que además entró en el once.
Camarasa no disputaba un encuentro de Liga como titular desde el 2 de noviembre, contra el Almería. El de Meliana, quien pasó a un plano secundario con Alcaraz, ha empezado a estudiar el mercado pensando en un cesión. Sin embargo, su participación en Elche podría cambiar la situación.
Ayer, sin Diop y a la espera de que José Mari adquiera el ritmo necesario, Alcaraz optó por Camarasa en lugar de Sissoko. El malí vio todo el partido desde el banquillo. El otro damnificado respecto al choque con el Deportivo fue Ivanschitz. El austriaco, muy apagado en las últimas jornadas, ayer sólo dispuso de los 12 minutos finales.
Rubén ocupó la banda izquierda en detrimento de Ivanschitz, asumiendo la responsabilidad de ejecutar todos los balones parados. Y el éxtasis llegó en el minuto 72, cuando Velasco Carballo señaló penalti a favor de los granotas.
El de Xàtiva puso el balón en los 11 metros con la confianza suficiente para lanzar al centro, pero Tyton repelió el balón con los pies. Instantes después, Alcaraz le sacó del campo y, al cruzarse, le dedicó un gesto de cariño y consolación. Ayer el técnico recurrió a la cantera más de lo habitual, ya que coincidieron Rubén, Camarasa, Iván y Morales.
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