El Levante acepta negociar la venta al dueño de los Phoenix Suns

El patronato de la Fundación ha decidido abrir negociaciones con Robert Sarver. El banquero norteamericano hizo una oferta de 56 millones de euros para desembarcar en Orriols, y en esta última semana se ha convertido con sus cifras mareantes y su proyecto de campanillas en el protagonista absoluto de las conversaciones entre levantinistas.

33 personas, las que componen el patronato, son las que han votado y han decidido, por mayoría absoluta, abrir las negociaciones. La comisión negociadora estará formada por el presidente del club Quico Catalán, el de la Fundación José Manuel Fuertes, los consejeros Javier Martínez y Luis Calero y el patrono del SAM Enrique Grima.

Sólo los directivos del club y la Fundación, junto a tres patronos, miembros de la comisión ejecutiva, estuvieron el pasado lunes en la reunión en la que Quico Catalán expuso los detalles de la oferta de Sarver, por lo que hoy el presidente ha habido que explicar de nuevo en qué consiste el ambicioso proyecto del dueño de Phoenix Suns.

Sarver quiere destinar cuatro millones de euros a comprar el 70% de las acciones, en propiedad de la Fundación, que saldaría así su deuda con el Banco Mare Nostrum, con el que había refinanciado sus pagos hasta el año 2022. Además, prevé hacer una ampliación de capital de unos 30 millones, que liquidaría la deuda del club y le dejarían como propietario del 90% de las acciones.

Y todo ello sin incluir en la propuesta ni el estadio Ciutat de València ni la ciudad deportiva de Buñol, que ahora son del club y pasarían a pertenecer a la Fundación. Este es uno de los puntos innegociables para el Levante, no perder su patrimonio, y desde el primer momento Sarver no ha mostrado interés inmobiliario, lo que ha tranquilizado en Orriols.

El director del banco Western Alliance de Arizona se ha marcado como prioridad mejorar los recursos del estadio. En su visita en mayo al Ciutat, donde tuvo una primera conversación con Catalán, comprobó las grandes posibilidades de negocio que existían y contempla hacer una inversión de unos seis millones de euros para construir palcos VIP para empresas y bajos comerciales alrededor del campo, además de aumentar los patrocinadores, con el objetivo de multiplicar las posibilidades del club en este campo.

Aunque todas las cantidades y proyectos desglosados en la oferta están pendientes de una negociación con la Fundación y el club, el norteamericano contempla una inversión para reforzar la plantilla de unos 15 millones, sin especificar si se refería sólo a este verano o a sus primeras temporadas.

Pero también el levantinismo va a poner sus condiciones. Con el mensaje del comunicado oficial, «no hay necesidad de vender», ya demostraba el máximo accionista que no aceptarán cualquier cosa y que la refinanciación de la deuda permite estas licencias. Mantener la plaza en Valencia, con el escudo y los colores es obligatorio. Además, los accionistas y las peñas han pedido que haya unas medidas cautelares para garantizar la estabilidad, como una opción de recompra futura para la Fundación si Sarver decide irse, que no pueda endeudar al club con un gasto desmesurado en fichajes, cobrar un alquiler por el uso del estadio o de Buñol o una oferta pública de acciones. Hoy puede empezar ese futuro. El patronato decidirá.