C. V.
Sábado, 11 de julio 2015, 13:15
O la rompe y explota a lo Koné, Caicedo o Martins, o pasa sin pena ni gloria como Babá o Rafael Martins. En el Levante, el tema del delantero centro parece que no admite medias tintas. Por supuesto, Nabil Ghilas (Marsella, 20-4-1990) aterrizaba anoche en Manises con la mejor de sus intenciones. Viene dispuesto a reivindicarse como delantero y también como profesional. El Levante, desde luego, lo ha traído con esa doble intención. El club granota ha peleado lo suyo y al final y pese a que sobre la mesa la propuesta económica era sensiblemente inferior a otras (como la del Ludogorets, por ejemplo), al final se ha salido con la suya. El delantero franco-argelino viene cedido por el Oporto hasta junio y con 10 millones de euros como cláusula opcional de compra.
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Con Ghilas presume el Levante de tener aparentemente cubierta sus necesidades de cara al gol. De él hablan maravillas en Córdoba en cuanto a la capacidad futbolística se refiere. Pero también le persigue al argelino la etiqueta de jugador proclive al conflicto. Y el Levante, precisamente, si de algo ha presumido en estos últimos años como base para lograr sus objetivos, es de la total implicación del vestuario. De Ghilas cuentan en Córdoba su facilidad para coger peso pero también para ponerse en forma rápidamente. Lucas Alcaraz deberá pues estar muy atento a ese aspecto. Y también en lo que al comportamiento se refiere.
La afición andaluza cargó contra él y contra otros tres compañeros del Córdoba cuando el mismo día que perdieron contra el Valencia en casa (1-2), y justo cuando hubo una movilización popular para pedir el apoyo para salvar al equipo de un descenso que empezaba a ser poco menos que irremediable, a Ghilas y a los otros implicados les pillaron disfrutando plácidamente de la noche cordobesa. Djukic expuso abiertamente el problema y también la sanción: «Ghilas está fuera por decisión técnica, táctica y por castigo evidente por la salida nocturna. Es un referente del equipo y «tiene que comportarse como tal, porque debe dar ejemplo», llegó a decir sobre él el preparador serbio.
Ghilas tiene previsto pasar de inmediato la revisión médica, firmar y entrenarse ya con sus nuevos compañeros. Rubén García lanzaba una advertencia: «Debemos ser conscientes de que hemos pasado un año difícil, pero este año también va a ser complicado». A Córdoba se va a ir Víctor Pérez, una marcha que ayer faltaba por concretarse.
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