Moisés Rodríguez Plaza
Miércoles, 15 de julio 2015, 21:51
A Zou Feddal le encanta jugar a la cobra. A negar un beso que ya empieza a saborearse. Por segunda vez, el Levante y el central marroquí rompen una negociación que parecía encarrilada. Tanto que durante toda la jornada de ayer en el seno del club se daba por hecho que el futbolista se entrenaría esta semana en Oliva a las órdenes de Lucas Alcaraz. Pero el futbolista lo volvió a hacer. Puso de nuevo cloroformo a las conversaciones. Y claro está, como cualquiera que sufre la cobra, Manolo Salvador y Quico Catalán difícilmente darán al jugador de Tetuán la posibilidad de dejarles por tercera vez evidencia.
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Feddal incluso se dio el gustazo de insinuar a través de las redes sociales que había vuelto a dar calabazas al Levante. «Todas las noticias que han salido sobre mí no son ciertas, todavía no he firmado con ningún club», indicó en su Twitter tras una jornada en que parecía que el acuerdo era cuestión de horas. Poco después, dentro de su particular juego de la cobra, retuiteó un mensaje en que se le mencionaba y que le decía: «Firma ya, como Valencia no vas a encontrar nada».
En el Levante se había preparado toda la maquinaria para hacer oficial el acuerdo. Incluso se contaba con la posibilidad de que llegase por la tarde a la concentración de Oliva, durante la tarde de asueto que Lucas Alcaraz concedió a la plantilla.
Pero no. Feddal seguía al cierre de esta edición soltero y sin compromiso, futbolísticamente hablando. Siente que el Levante le necesita más a él, que él al Levante. El club, que prescindió de Vyntra y Ramis en junio, precisa centrales.
La entidad de Orriols ofrece dos temporadas y una tercera opcional. Feddal quiere jugar en la Liga. Cerrar el círculo, después de debutar como profesional en España, pero en Segunda B. Luego dio tumbos por Italia, donde vivió dos cesiones antes de ser testigo en primera persona de la descomposición del Parma.
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Ahora siente que está ante su gran ocasión de relanzar su carrera. Sabe que el Levante es un buen escaparate. Pero se siente fuerte. No ha dudado en hacer dos veces la cobra al club de Orriols. El tiempo dirá si ha cometido el error de su vida.
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