Juanfran se despide entre lágrimas y ovacionado tras lesionarse.
Fútbol | levante ud

Un adiós con drama compartido

El Rayo acompaña a Segunda a un gris Levante y Juanfran se retira llorando

josé molins

Domingo, 15 de mayo 2016, 16:42

Se acabó el drama, la temporada que finaliza el ciclo más brillante de la historia del Levante y que envía a los granotas a Segunda división dijo al fin adiós ayer. Y lo hizo con el Rayo Vallecano acompañando a los azulgrana en el descenso, en un partido donde los de Rubi no pelearon la posibilidad de quedar penúltimos y dieron su enésima imagen deplorable en esta ruinosa campaña, con un partido que nadie tenía ganas de jugar, como se demostró con las facilidades que dieron a los madrileños en cada balón dividido. Tendrán que cambiar muchas cosas en el equipo este verano para dotar al vestuario del carácter ganador y la garra que tuvo en sus mejores años pero cuya ausencia este año ha significado su tumba.

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El Rayo salió con la lógica intensidad que le obligaba su delicada situación, y apretó desde el principio, en busca de una carambola que la mantuviera en Primera. Aunque pronto ese sueño se les complicó con el gol del Sporting, los vallecanos buscaron una y otra vez el área de Mariño. Hasta que, tras desbordar a Iván López, provocaron un córner y con él llegó el primer tanto, mediante un gran disparo de Pablo Hernández desde la frontal del área, al que Xumetra no taponó como debía, y el balón se alojó junto al poste.

Tras el tanto el Levante dio un paso adelante y con la velocidad del propio Xumetra pronto llegó al área, donde Rubén García fue derribado en un clamoroso penalti que el árbitro no señaló. Un error grave, otro más, que perjudicaba a los granotas, aunque en esta ocasión ya no tuviera incidencia en la temporada. Pero inexplicable que el colegiado no viera una acción tan clara y que pone la guinda a una campaña en la que los árbitros se han ensañado con los granotas, aunque no hayan sido los responsables del descenso.

Pero el equipo sufría apagones puntuales de intensidad en defensa, y fruto de ello llegó el segundo gol del Rayo, el que mató el partido, en una acción absurda que ejemplifica la falta de competitividad del conjunto granota. Juanfran perdió un balón en la frontal del área, Trashorras aprovechó para disparar y tanto la defensa como Mariño vieron tarde el balón, que entró junto al poste para dar ventaja a los madrileños, en un partido completamente descafeinado de los azulgranas, nada que ver con lo que se vio la semana pasada ante el Atlético. Pero, tristemente, muy en la línea de la pobre imagen que han dado los de Rubi durante toda la Liga fuera de casa.

Con el 2-0 el encuentro ya estaba decidido, visto que el Levante tampoco iba a ofrecer demasiada resistencia en un partido plácido para el Rayo, que ya únicamente estaba pendiente de lo que hicieran Getafe y Sporting, porque sobre el campo los granotas le daban facilidades en cada balón dividido.

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Tenían vía libre para golear los vallecanos, con un Simao que parecía jugar sin ganas, un Verza que llegaba tarde y unos centrales siempre superados. Sólo Mariño aguantaba el tipo y salvó dos goles cantados, con buenas paradas a Pablo Hernández y a Javi Guerra, que pudieron marcar antes del descanso.

De lo poco destacable de un Levante desmotivado, que prácticamente andaba sobre el campo, fueron las lágrimas de Juanfran al tener que retirarse por lesión. El hombre récord de la entidad en Primera división sufrió un pinchazo en el muslo y debió abandonar el campo, pero al suponer que sería su último encuentro como granota, no pudo evitar romper a llorar, a lo que Vallecas respondió con una ovación. Una leyenda el lateral izquierdo, que sin embargo ha ensombrecido su historial en las dos últimas temporadas.

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Toño entró en su lugar, después de estar más de dos meses parado por lesión, y ofreció más alternativas de ataque al equipo en la segunda parte. Pero los granotas parecían no estar sobre el campo. De nuevo el Rayo seguía teniendo el camino despejado para acceder hasta la cocina, y Pablo Hernández envió un balón al poste. Pero en una contra aislada, esta vez el árbitro sí señaló un claro penalti de Amaya sobre Rubén, que transformó Verza para dar emoción al tramo final en que los nervios y los transistores atenazaban Vallecas. Y más tras la entrada de Deyverson por Casadesús, con la que el Levante se animaba a acercarse al área al contragolpe. Xumetra estuvo a punto de marcar, pero falló casi a puerta vacía. El Rayo era un flan y los granotas por fin competían. Hasta que Miku tuvo el acierto que le faltó al catalán y marcó el tanto que finiquitaba el choque. Pero que no valía para evitar que ambos equipos se vayan de la mano a Segunda, en el final que nadie quería pero que la cruel realidad tenía reservado.

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