El Levante UD mantiene el liderato con sufrimiento

El Levante UD se impuso por 3-2 al Real Valladolid en un partido en el que tuvo paciencia y determinación, lo que le permitió mantener el liderato al superar a un rival atenazado, que sufrió su quinta derrota consecutiva y solo despertó en los últimos minutos.

Sin completar un gran partido, el Levante estuvo mejor que su rival y supo aprovechar sus ocasiones sin precipitarse y a base de orden, mientras que al Valladolid le costó aproximarse a la meta de Raúl y solo buscó el gol con decisión tras el 3-2.

En la primera mitad destacaron exclusivamente los goles, que llegaron ambos en acciones aisladas. El del Valladolid fue fruto del infortunio local, ya que un despeje de Postigo dio en la espalda de Iván López y entró en la portería cuando apenas se habían cumplido cuatro minutos de juego.

El empate fue fruto de un excelente remate con la zurda del ex pucelano Roger tras un robo de balón de Abraham a los 36 minutos de juego.

Desde el 0-1 al empate, el Valladolid jugó replegado y apenas sufrió ante un Levante que tenía la posesión de balón, pero que se mostraba incapaz de crear peligro, mientras que el equipo castellano tampoco tuvo opciones en sus contras.

Solo se animó el Levante tras el empate cuando Morales permutó su banda con montañés y empezó a jugar por la derecha, donde en muy pocos minutos desbordó continuamente a la zaga pucelana, aunque sin que se registraran situaciones claras de gol.

El Levante empezó el segundo tiempo más entonado que el Valladolid, pero el conjunto castellano equilibró las fuerzas tras los dos cambios introducidos por Paco Herrera pocos minutos después.

El partido tuvo a partir de ese momento fases de dominio por parte de cada equipo y aunque el Levante se mostraba algo más ofensivo, las opciones de gol apenas se prodigaban.

El 2-1 llegó en una nueva acción aislada. Jason remató desde cerca y sin oposición un saque de banda de Iván López y ponía por delante a su equipo, que se había mostrado algo más ambicioso que el Valladolid.

Poco después, un penalti de Lichnowsky sobre Roger fue aprovechado por el propio Roger para establecer el 3-1. Solo a partir de entonces se produjeron algunas aproximaciones del equipo castellano y acortó diferencias para poner cerco a la meta local en los últimos compases del choque, aunque sin efectividad.