

Secciones
Servicios
Destacamos
JOSÉ MOLINS
Domingo, 5 de marzo 2017, 23:38
El Levante UD puede que juegue a veces peor que el rival, que apenas cree ocasiones o que no brille. Pero lo que nunca le faltan a este equipo son recursos para ganar los partidos. Siempre echa mano de su chistera para sacar infinitas soluciones con las que llevarse la victoria. En cada encuentro consigue los puntos de una manera distinta. Y ayer no fue una excepción. En esta ocasión, tras una mala primera parte, remontó a un buen Elche con la revolución que produjeron Casadesús y Montañés al salir del banquillo y dos penaltis, el primero inexistente, para sacar el máximo rendimiento a la jornada y dejar la promoción a 17 puntos de distancia a falta de 14 jornadas.
Ni siquiera la baja del goleador Roger y el 0-1 inicial frenaron al líder. A los granotas les costó mucho más doblegar a su rival, pero con la clase de Casadesús bastó para iluminar un día gris. Porque el Levante entró muy frío al partido y a los dos minutos ya veía cómo el Elche se adelantaba en el marcador. Fue en un error grave de Postigo, algo muy raro en el central, quien no supo qué hacer en un balón colgado para Nino, que aprovechó su indecisión y que el portero tampoco salió para rematar a bocajarro y recoger el rechace de Raúl Fernández para marcar. Se le ponían cuesta arriba las cosas al líder nada más comenzar. El equipo no acertaba en sus combinaciones ofensivas, se le notaba lento para pensar y ejecutar. Campaña no aparecía y Lerma en ataque no influye tanto como Espinosa.
Se avecinaba un encuentro tremendamente complicado y los granotas debían ofrecer mucho más si querían darle la vuelta, ante un Elche bien organizado y que de cuando en cuando se animaba a acercarse al área. A Jason y Rubén les costaba mucho desbordar por las bandas, aunque tenían la ayuda de Iván López y Toño, y tuvo que ser Lerma desde fuera del área el que pusiera a prueba al portero con un fuerte disparo, el primero del Levante en el partido, casi a la media hora. En el centro del campo Dorca, al que el Comité le quitó una amarilla para que pudiera jugar ayer, tenía más control del balón que Campaña, y los ilicitanos, viendo a los granotas peor que otras veces, pisaban el área con peligro, con rápidos contragolpes mediante Hervías y Pelayo.
Ni el ritmo ni la intensidad del Levante eran los habituales. No se veía a ese líder que controla los partidos a su antojo y se impone en cada balón dividido. El equipo iba, como mínimo, en una marcha menos que de costumbre, y el Elche se sentía superior. Se veía capaz incluso de marcar el segundo, ya que la defensa, esa muralla impenetrable, también ofrecía muchas dudas. Los once futbolistas estaban lejos de su nivel. Juan Muñoz no entraba en juego y apenas presionaba a la defensa.
El centro del campo no carburaba. Muñiz no había acertado con la pareja Lerma-Insa por detrás de Campaña y el equipo necesitaba creación. La primera parte había sido la peor de toda la temporada y los azulgranas tenían que reaccionar tras el descanso. Así que el técnico lo tuvo claro y movió el banquillo. Y fue la clave. Retiró a Insa y Rubén y dio entrada a Montañés y Casadesús para buscar llegada por la banda y más juego de ataque entre líneas. Una revolución que cambió al Levante. La actitud era otra, el equipo recuperaba su velocidad habitual.
Así que fruto de ese empuje pronto llegó el premio. Al líder este año todo le sale rodado y ayer el árbitro echó una mano, al señalar un penalti dudoso por manos de un defensa del Elche. Casadesús asumió la responsabilidad de lanzarlo y marcó en el rechace, tras parar el disparo Juan Carlos. Con el empate la decoración ya había cambiado por completo. El Levante dominaba con mucha claridad y a los de Toril se les veía más metidos atrás que en la plácida primera parte. Campaña pudo marcar de falta pero después casi provoca un gol de Nino con una pérdida absurda del balón. No tenía un buen día el sevillano. En cambio la variación de sistema sí había sentado bien a Lerma, que hizo una buena segunda mitad, robando y creando.
El encuentro estaba abierto, con llegadas peligrosas en los dos áreas. Muñoz, que estuvo algo perdido, casi roba el balón al portero, mientras que Iriondo disparó al lateral de la red de Raúl Fernández, ya que el Elche, pese a la superioridad granota, no renunciaba a la victoria. También Toño tuvo opción de marcar. El Levante acumulaba jugadas de ataque pero no hallaba el camino del gol. Hasta que de nuevo apareció Casadesús. El balear robó la pelota, se internó en el área tras un pase de Montañés y fue derribado. Penalti, este sí muy claro. Pero no se atrevió a lanzarlo. Juan Muñoz tuvo más confianza y presentó sus credenciales en Orriols con el gol decisivo desde los once metros. El tanto que da una trabajadísima victoria que vuelve a disparar al Levante camino a Primera. La que ya está once metros más cerca.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.