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Morales, jugador del Levante UD
Fútbol | levante ud

El Levante UD sigue de fiesta y es virtual campeón

El Ciutat hace la ola aunque un gol del Girona impide que el título sea matemático

José Molins

Sábado, 13 de mayo 2017, 13:54

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Orriols sigue de fiesta. Han pasado dos semanas desde que se celebró el ascenso a Primera pero el Levante volvió a darse ayer otro homenaje con un gran partido que le deja virtualmente como campeón de Segunda División. Y no fue matemático porque un gol final del Girona igualó el golaveraje, pero los granotas sacan 12 puntos a los catalanes a falta de cuatro jornadas. Aunque más allá de los números, el equipo fue un vendaval y dominó de principio a fin a su rival.

Brillante por momentos, pero siempre impecable y seguro, el conjunto granota jugó con una marcha más que los gerundenses y pudo golear si no hubiera sido por el acierto de su portero. Un encuentro casi perfecto que sólo se empañó ligeramente por ese gol al final y que pone el broche a una temporada para la historia. Tras los cambios en el once de Vallecas, Muñiz esta vez no quiso más experimentos y optó por dar la titularidad a los jugadores disponibles en los que más confía. Claro mensaje del técnico de que pese a que el ascenso esté conseguido, el equipo aún no se ha ido de vacaciones y el partido era importante para certificar el título de Liga como gran colofón a una inolvidable temporada. Y el conjunto granota respondió desde el inicio, con una intensidad como si el objetivo de subir a Primera aún no se hubiera logrado.

Fue probablemente el mejor partido que se puede ver en la categoría de plata. Primero contra segundo. Y el líder no defraudó. Desde el inicio dominó y salió a por la victoria. Hasta que a los siete minutos Morales le dio forma con el primer gol. Estuvo atento para aprovechar un error defensivo del Girona y robar el balón para batir al portero desde la frontal. Con otro tanto más el Levante se garantizaba matemáticamente ser campeón. Así que el equipo siguió buscando la portería contraria, bien comandado por Lerma y Rober Pier como pareja inédita pero de mucho futuro en el centro del campo.

De nuevo Morales pudo marcar el segundo pero el portero Bounou lo impidió en el uno contra uno. El Levante era el dueño, y salvo una peligrosa escapada de Longo, tenía controlado el encuentro. Lerma marcaba el tempo y la presión asfixiante de los azulgranas impedía pensar al Girona. El equipo brillaba. Era ese líder implacable que ha arrollado toda la temporada.

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También tuvo una clara ocasión Roger, en la primera buena combinación que hizo con Casadesús, pero de nuevo el meta del Girona evitó el segundo tanto, igual que después despejó una falta lateral de Jason y un intencionado disparo del mediapunta balear. Los catalanes estaban superados, atrincherados y se veían impotentes ante el gran nivel que mostraban los levantinistas. Sólo Bounou con sus paradas mantenía con vida al equipo ante el vendaval granota.

El Levante jugaba a una velocidad superior al Girona. Más atento, más rápido, con mayor confianza. Toño y Morales volaban por la izquierda, Lerma estaba en todas partes, Rober Pier cortaba y distribuía, Casadesús buscaba ese pase de fantasía. Sólo faltaba el acierto para poner tierra de por medio en el marcador. Los de Machín estaban maniatados, aunque en su primera llegada al área Borja pudo marcar tras un mal despeje de Pedro López.

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Pero al final de tanto buscarlo, el gol cayó de maduro. No había dejado de intentarlo y de merecerlo el Levante hasta que lo consiguió. Casadesús encontró ese pase de genio para romper líneas en el área, Roger cedió atrás con inteligencia y Rober Pier anotó a puerta vacía. Un gol que hacía campeón a los granotas. Y así lo celebraba el Ciutat, con el cántico de «campeones, campeones» y haciendo la ola en la grada, mientras el equipo se soltaba la melena con jugadas espectaculares al contragolpe.

El estadio vibraba y el equipo era inmensamente superior a su rival. De principio a fin, en todas las facetas del juego. Aunque ya con el 2-0 los azulgranas tuvieron un instante de calma que aprovechó el Girona para recortar distancias por mediación de Longo. Un tanto que impide ser campeón matemáticamente al equipo y que metía a los catalanes en el partido a trece minutos para el final. Aunque Abraham estuvo a punto de darles la estocada definitiva instantes después con un disparo a bocajarro que envió rozando el poste. Pero también Juanpe pudo empatar de cabeza. El encuentro tenía un ritmo trepidante.

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Muñiz dio descanso a Casadesús para dar más fuelle al centro del campo con Natxo Insa y así trabajar para mantener la victoria ante un Girona que apretaba en los instantes finales buscando un punto con el que acercarse al ascenso. Pero de nuevo los granotas volvieron a fortificar su área en el tramo final para conservar los tres puntos, un arte en el que se han especializado durante toda la campaña y que sido una de las bases del éxito.

El Levante dio una lección ayer de profesionalidad y de ambición con su actitud y su buen fútbol. Sólo ese gol rebelde de Longo hace que el título oficial de campeón tenga que esperar a otro día. Con un punto en estos cuatro partidos valdrá, o también si el Girona no lo gana todo. Pero la victoria permite que el Ciutat siga en un sueño.

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Polémica por una Estelada

Un aficionado fue expulsado ayer del Ciutat por enfrentarse con la Policía Nacional, tras haber exhibido una Estelada. El seguidor, hincha del Levante, situó la bandera independentista catalana en la valla junto a la afición del Girona y los policías le pidieron que la retirase, pero se negó y según informó ayer el club, se enfrentó a los agentes de forma verbal, por lo que éstos decidieron expulsar al aficionado del estadio.

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