Pablo Martínez se gana un sitio en el centro del campo

Javi Calleja ha conseguido darle la vuelta a la situación y ha enderezado el rumbo de un Levante que empezó la temporada en tierra de nadie. Tras la victoria del domingo en Cartagena, el club consiguió igualar las 17 jornadas en las que los granotas estuvieron invictos en el curso 94-95 en la extinta Segunda B, entrenados por Juande Ramos.

«No hemos hecho nada y todavía falta un mundo, pero ya estamos donde queríamos estar. Partido muy serio del equipo y gran victoria en un escenario nada fácil. Seguimos nuestro camino». Así definía la hazaña Javi Calleja en un mensaje publicado en sus redes sociales. Sus jugadores volvieron a competir y demostraron que son una de las plantillas más competitivas de la categoría. De todos ellos, destacó especialmente la actuación individual de Pablo Martínez.

El centrocampista madrileño de 24 años volvió a cuajar un gran encuentro, en el que se topó de nuevo con el larguero. En los últimos tres partidos ante Cartagena, Burgos y Leganés ha estrellado tres disparos desde fuera del área contra la madera. No ha encontrado el gol, pero ha demostrado que tiene calidad para ser importante en el club granota. Aprovechando la ausencia de Vicente Iborra por sanción, se ha ganado un puesto en la medular y se ha vuelto indiscutible para el técnico.

Su gran rendimiento plantea ahora el 'bendito' problema al que se enfrenta el entrenador, ya que deberá decidir quién de su retahíla de centrocampistas empieza el próximo encuentro ante el Andorra desde el banquillo. Pepelu es intocable. Campaña, escorado a la banda izquierda, está a un gran nivel y ha anotado tres goles en los últimos cinco partidos, siendo el encargado de ejecutar los lanzamientos de penalti. De Frutos es dueño y señor de la banda derecha, desde donde repartió dos asistencias para llevarse los tres puntos del estadio murciano. Y Joni Montiel es el enlace perfecto entre el centro del campo y la delantera, encontrándose cómodo en ese rol de mediapunta.

El debate se reduce pues a Pablo Martínez o Vicente Iborra. Uno de los dos será la pareja de baile de Pepelu en el doble pivote del 4-2-3-1 que viene utilizando Javi Calleja. A pesar de los galones y la veteranía del de Moncada, el capitán parte como teórico suplente por su falta de ritmo competitivo en los últimos encuentros tras su sanción de cuatro partidos. Volvió ante el Burgos, pero al ver la quinta amarilla, se quedó fuera del partido en Cartagena, perdiéndose así su quinto partido del mes de enero. El gran nivel mostrado por su competencia le complica ahora la vuelta al once de gala del que formó parte tanto con Nafti, como con Miñambres y Calleja.

Pablo Martínez también se ha ganado el respeto y la admiración de la afición del Levante, que lo votó como mejor jugador del equipo en el mes de enero. El club se lo ha querido recompensar con una renovación más que merecida, que parece cerrada y a falta del anuncio oficial, unirá sus caminos hasta 2026, con su correspondiente mejora salarial. El nuevo contrato entrará en vigor el 1 de julio y no contempla cláusulas de escape por descenso. El jugador está de dulce y quiere aprovechar su gran momento de forma para seguir disfrutando en el Ciutat de València y no piensa en otra cosa que en conseguir el deseado ascenso.