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Paco López: «He sido entrenador de Primera sin buscarlo»

El de Silla repasa su carrera como jugador y preparador del Levante, pero también como técnico de los tres filiales de los clubes valencianos

cayetano ros

Sábado, 12 de junio 2021, 01:52

–¿No teme aburrirse en el Levante?

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–No, porque es mi profesión y mi vocación. El día que no disfrute, me retiro. Aunque haya momentos duros y un desgaste, es deporte y vives en cambios emocionales constantes.

–¿Se ha acomodado el equipo en ... el final de la temporada?

–No estoy de acuerdo, pero entiendo que la gente lo pueda pensar. Ha sido una temporada muy larga por el Covid, empezamos muy pronto, la Copa del Rey nos desgastó mucho emocionalmente y hemos llegado al final sin Campaña (seis meses lesionado) y sin Radoja (tres meses), con Rober Pier, Bardhi y Rochina jugando de mediocentros sin ser ese su puesto... además de que ganar en Primera no es nada fácil.

–¿Cómo se ha adaptado para jugar sin Campaña?

–No tenemos jugadores similares, hemos utilizado diferentes estructuras, aprovechando el momento de forma de De Frutos, que es un extremo puro, a veces un 4-3-3, a veces con tres centrales, a veces con los laterales por dentro...Tratamos de ser un equipo dinámico, que se adapte a las circunstancias. Lo más importante son los conceptos, que los jugadores los tengan claros.

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–¿Qué son los conceptos?

–Lo son todo. Son los fundamentos de la táctica. Por ejemplo, llego por fuera y miro para pasar la pelota, no centrar; o desde el punto de vista colectivo, qué referencias atiende el jugador: el balón, el adversario, el compañero, la portería contraria, la propia...

–¿Es imposible ese espíritu lúdico suyo en la élite?

–No, no es imposible, el esfuerzo máximo y el disfrute van de la mano. Así llega el máximo rendimiento. El aficionado sufre más que disfruta, pero el fútbol, aparte de presión, es entretenimiento. Vivimos de la gente, del consumo del fútbol, e intentamos hacerlo lo más atractivo posible, tratamos de que la gente vaya a ver un buen espectáculo.

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–¿Se considera ya un entrenador de Primera?, ¿en qué ha mejorado?

–El fútbol profesional te hace madurar día a día. Aprendes de todo y de todos. En los psicológico, te adaptas a las exigencias. Si no estás al día, te pasan por encima.

–Su mujer ha pasado por un cáncer. ¿Cómo se encuentra y qué ha aprendido de ella?

–Está fenomenal ahora. Fue de las primeras en vacunarse (contra el coronavirus) por ser persona de riesgo. Me ha influido de manera muy positiva. Me ha ayudado a relativizar la exigencia del fútbol. Me ha dado una visión diferente y más tranquila.

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–¿Qué hacen sus hijos?

–Están estudiando y jugando en universidades de Estados Unidos. Marc, de 23 años, estudia Educación Física en Massachussets y Gerard, de 21, Psicología en Carolina del Sur. Están muy contentos. El mayor se ha graduado y trabaja en el campus de la universidad.

–¿Le gustaría que fueran futbolistas profesionales?

–Me gustaría, pero ya con esa edad...tienen la ilusión. Lo importante es que se formen y disfruten.

–¿Qué papel juega su hermano Toni López en el cuerpo técnico?

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–Siempre ha estado a mi lado, es quien mejor me conoce, la confianza, pero no es solo él sino un cuerpo técnico, con Sergio Navarro y Nico, que es magnífico. Es un generador de ideas, lleno de inquietudes, me ilusionan en el día a día.

–Usted ha entrenado a los tres filiales valencianos. ¿Cómo sería la idiosincrasia de cada cual?

–En líneas generales los tres son muy exigentes. El valenciano es muy inconformista, muy exigente, pero en la hora de la verdad, cuando te hace falta, está ahí. También he entrenado en el Benidorm y el Alcoyano. Conozco bien el carácter de los valencianos.

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–¿Se siente más reconocido fuera que en casa?

–Me siento reconocido. Fuera me reconocen mucho, me gusta cuando me dicen que, al definir a los equipos de la Liga, el Levante es el más atractivo de ver.

–¿Cómo empezó a jugar a fútbol?

–Jugué en el equipo de mi pueblo, el Silla, hasta los 15 años. Había ido a la selección valenciana y me fichó la escuela del Valencia. Estuve cinco años. Pep Balaguer fue el primer entrenador que tuve, en el Juvenil B.

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–¿A qué equipo seguía de pequeño?

–Venía mucho a ver el Levante, al entonces Nou Estadi. Recuerdo el debú aquí de Johan Cruyff, la ilusión que teníamos todos de verlo. Fue contra el Palencia. Solo verlo en el calentamiento ya era un espectáculo.

–¿Qué tipo de jugador fue?

–Rápido, habilidoso, está mal que yo lo diga, pero buen jugador. No tuve ninguna lesión grave, pero sí muchas pequeñas lesiones que me impidieron avanzar. En mi última temporada en el Mestalla, empecé a entrenar con Víctor Espárrago en el primer equipo, pero me rompí el cuádriceps en Navidad y encadené una lesión tras otra. Y me fui al final de esa temporada. En el Hércules, igual. El entrenador, Quique Hernández, me dijo: 'Con la calidad que tienes, deberías estar en Primera'. Es una espina que tengo clavada.

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–Tatín recuerda cómo se peleó con usted por lanzar una falta en el filial valencianista.

–(Jajaja), Tatín es un crack, de verdad que no recuerdo eso, es el jefe de un grupo de whatsapp en el que estamos, pero sí, yo era zurdo y tiraría las faltas por el perfil derecho y él sería al revés.

–¿Esa frustración de no ser futbolista de élite la ha compensado de entrenador?

–Como entrenador no he buscado ser de Primera, me ha venido. Como jugador sí, tenía esa ambición e incluso esa ansiedad. Como entrenador solo he querido evolucionar, disfrutar, es importantísimo entrenar en el día a día con las condiciones idóneas. Por eso he ido a los tres filiales. La gente no entendía que aceptara ir a entrenar al Villarreal B, en Tercera, cuando tenía ofertas de Segunda.

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–¿Qué ha aprendido en todos esos campos de las categorías regionales?

–Muchísimas experiencia, he jugado en todas las categorías menos en Primera, y he entrenado en todas las categorías. La experiencia es útil si después haces un análisis de todo lo que te pasa. Ya en mis últimas temporadas como jugador, me apuntaba cosas que me habían pasado.

–¿En qué equipo fue más feliz de jugador?

–En el Hércules de Quique Hernández. Disfruté mucho. Éramos el único equipo, junto al Barça de Cruyff, que jugaba el 3-4-3. Hice el gol del ascenso a Segunda y me marcó. También disfruté mucho en el Levante de los récords, el de Juande Ramos. Llegué en diciembre del Extremadura, de Segunda A, y me vine corriendo a casa. Fue una pena. Marqué dos goles frente al Écija y acabamos perdiendo 2-4. Fue una etapa muy importante del Levante.

–¿Cómo era Juande Ramos?

–Muy tranquilo. Te enseñaba cómo debes mantener la tranquilidad y la confianza en el día a día. Formamos un grupo importante de jugadores con Gallego, Eloy, Masnou, Torres, Ballesteros, Juanfran...

–Y de su carrera de entrenador, ¿dónde ha estado más a gusto?

–Aquí en el Levante, aunque también estuve muy a gusto en el filial del Villarreal.

–¿Y en el Valencia?

–Solo estuve ocho meses. Me trajo Manuel Llorente. Cuando llegué el equipo estaba en descenso, lo sacamos de allí, pero... llegó Amadeo Salvo y arrasó con todo.

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