Paco López supo jugar sus cartas en El Sadar. El técnico del Levante escapa de los prejuicios. Por eso no se amedrenta a la hora de inculcar un estilo o de dar un sorprendente giro al guión. El pasado domingo, ante Osasuna, el de Silla presentó un llamativo once titular: cinco centrocampistas y ningún delantero puro. La apuesta le salió redonda. El conjunto ganó consistencia frente a un rival especialmente aguerrido y explotó la verticalidad. Los azulgrana ofrecieron una convincente imagen en la que hubo numerosos nombres propios. Entre ellos, Nikola Vukcevic y Mickaël Malsa. Ambos formaron un doble pivote inédito que engranó a la perfección y ya apunta al Sánchez Pizjuán.
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Malsa completó un debut de altura. El francés, quien se estrenó con el Levante y en Primera División, demostró su personalidad. Es un futbolista con carisma dentro y fuera del campo. De los que no se esconde. Tanto él como Vukcevic asumieron la misión de elevar la solidez del grupo y sacar músculo ante un Osasuna que se caracteriza por la intensidad y la contundencia. Pues dieron la talla.
Vukcevic, quien había sido suplente en el derbi en Mestalla, se entendió a las mil maravillas con Malsa. El francés, uno de los cuatro fichajes del Levante, no había podido disputar ningún encuentro de pretemporada al pasar el coronavirus y fue inscrito en la Liga el pasado viernes. Sin embargo, se encontraba en plenas condiciones para disfrutar de sus primeros minutos como granota. Ya había avisado en su presentación oficial: "Puedo aportar muchas ganas al equipo porque me gusta mucho competir e ir a la guerra cuando el partido está difícil. Puedo aportar muchos duelos, recuperaciones y ayudas con balón". Dicho y hecho.
Hubo sintonía entre Malsa y Vukcevic. Actuaron muy cerca de la línea de centrales para contrarrestar el juego directo y la presión alta que ejecuta Osasuna. De esta forma, cerraron espacios y resultaron determinantes en el inicio de las jugadas. Con su poderío físico, se hicieron fuertes para desplazar el balón con fluidez y seguridad, buscando la creatividad o la velocidad de sus compañeros más ofensivos.
Con 50, Vukcevic y Campaña se erigieron en los futbolistas que más pases dieron durante el encuentro entre Osasuna y Levante. Fueron seguidos de Miramón (48), Postigo (45) y Malsa (43). El acierto del montenegrino, que alcanzó el 78 por ciento, superó el 76% del sevillano. El balcánico, además, lanzó siete balones largos. A nivel de destrucción, ganó ocho duelos aéreos, la mayor cifra del partido. Curiosamente, justo antes del gol de Roberto Torres, perdió en el salto con Calleri en una acción en la que pudo existir falta del delantero rojillo.
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Malsa, quien se impuso en cinco duelos aéreos, nunca rehúye el cuerpo a cuerpo. De ahí que se alzara como el futbolista del Levante que más faltas recibió: cuatro. En Osasuna sólo le superó un Sanjurjo que sufrió seis. Además, pese a la peligrosa pérdida de balón que cometió en la primera parte, mostró una precisión en el pase del 81,4 por ciento.
Una pareja que conecta y que buscará la continuidad en Sevilla. Durante el entrenamiento de ayer, Rochina y Coke empezaron a trabajar con el grupo, mientras que Hernani se ausentó debido a unas molestias en el muslo.
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