Tarde de vacaciones en las Baleares

El Levante ya piensa en estas inusuales vacaciones. Se le nota en lo pequeños detalles que le hicieron salir derrotado frente a un Mallorca que se jugaba muchísimo más. Aunque Paco López mantenga el discurso de que hay objetivos por los que pelear, a estas alturas el equipo ya sólo tiene a su alcance caza menor. Y mucha fatiga fruto de un calendario trepidante. Contra un rival timorato hasta su segundo tanto, los granotas no acabaron de hincar el diente. Queda la sensación de que con más alicientes clasificatorios, la historia habría sido diferente.

Queda la buena noticia de la reaparición de Rober Pier. Esto es sin duda lo más positivo para el Levante. Con la marcha de Bruno y las dudas de qué se podrá pescar en un mercado atípico, que el gallego acabe el curso compitiendo y ganando seguridad es sin duda una de las tareas más relevantes que restan en estos tres partidos. Fue titular por primera vez desde aquel fatídico -para él- partido contra el Girona en que se lesionó. Mas de un año fuera del once y cumplió frente a un Mallorca que sí se jugaba y mucho en el partido. Quizás le quede el lunar de no haber llegado antes que Take en el segundo tanto, pero poco más.

Para el resto de los que deben reivindicarse, combate nulo. Quizás Toño fue el más participativo, aunque el primer gol del Mallorca se gestó desde su flanco. Pozo recibió demasiado cómodo, con tiempo para controlar, levantar la cabeza y ponérsela a la testa de Cucho, que batió a Aitor Fernández. Se adelantó a Coke, que quizás pudo haber defendido mejor ese balón aéreo.

El madrileño, nuevamente, estuvo mejor en ataque. Gozó, de hecho, de la mejor ocasión del Levante en la primera parte, en un gran control orientado y buen remate dentro del área. Valjent fue providencial al cruzarse para que el balón rebotase en él y se marchase a córner. ¡Ay si el Levante recuperase al Coke que llegó en aquel mercado de invierno! Porque en los intangibles, como pegamento para el grupo, sigue siendo importante. Y en su discurso hay madera de capitán. «Queremos dejar claro que hasta el final vamos a pelear todos los partidos... siempre hay objetivos, quedar lo más arriba posible», señaló tras el choque.

La segunda parte fue la que quiso Vicente Moreno. El técnico valenciano juntó las líneas de su equipo. Lo agazapó e hizo por ralentizar el ritmo. El Levante asumió la batuta del juego, pero con menos intensidad que hace unas jornadas y menos voracidad en el área que antes de la salvación matemática.

Hay que ser justos. Con poco más de dos días de descanso, al Levante se le hizo largo el partido. Pesaron las piernas en la segunda parte. Paco López dio minutos a Mayoral y a Hernani. El madrileño rozó el gol cuando el encuentro agonizaba. El portugués sigue enfrascado en su particular anarquía, tratando de explotar su velocidad hasta cuando no hay espacio. Sacó un par de centros buenos nada más entrar al campo y en una de ellas Roger pudo haber empatado el encuentro. Ganó a los centrales peor se anticipó unas décimas de segundo al atacar el balón y remató en posición franca, solo ante Reina, pero forzado.

El partido fue perdiendo intensidad hasta que llegó la acción que tanto había esperado el Mallorca. El contragolpe de Take que se plantó ante Aitor, quien hizo una de las suyas. La jugada siguió y, tras un nuevo remate de Dani Rodríguez que no blocó el portero granota, el japonés fue el más listo para desatar la locura del conjunto local. La misma que experimentaba el Levante con cada gol cuando estaba jugándose la permanencia.

Porque el resumen del partido es que comió el que más hambre tenía. La derrota no hace sino constatar la valía de los 43 puntos de este equipo: en Primera, nadie regala nada. Lo sabe el cuerpo técnico y e club, también los futbolistas a título individual. Como Sergio León, que no acaba de aprovechar sus ocasiones para reivindicarse. Entró tras la pausa de hidratación y en ese cuarto de hora se le vio poco.

Tampoco acaba de conceder Paco López minutos a los canteranos. El técnico se dejó un cambio en el tintero y a Giorgi y Blesa soñando que igual sí que era su día para saltar al césped. Tocará seguir esperando. Da la sensación de que la situación de Duarte es muy distinta. El mensaje desde que ha vuelto la Liga parece claro. Un día más se quedó sin participar. Y es que en este final de curso, aunque se busquen motivaciones, el boletín de notas está relleno y firmado.