Paseíllo de Primera para los jugadores del Levante

No hay nada mejor que un chute de adrenalina popular. El levantinismo se ha entregado con auténtica devoción y le ha dado un motivo más a sus futbolistas para que en el encuentro contra el Alavés consigan el objetivo de ascenso. Hora y media antes del partido, el autobús granota llegaba al Ciutat rodeado de cientos de seguidores. Aunque el autocar del primer equipo tiene los cristales tintados con los colores y los motivos del club, era fácil adivinar los golpes que con la mano daban los propios jugadores ante el frenesí callejero. Tan fácil era escuchar sus manotazos como ver cómo las lunas del bus vibraban con sus golpeteos conforme se iba acercando el autocar a las proximidades del estadio.

La afición granota empezó a aumentar sus decibelios conforme el autocar se iba acercando a la puerta de acceso al parking. Ahí ya era casi imposible transitar ante la marabunta de gente. El Levante, previsor y avispado, ha preparado un pasillo de vallas con el no sólo de facilitar el acceso de los jugadores de Javi Calleja, sino el de permitir que la afición diera los últimos ánimos a la plantilla antes de que entraran en la zona del túnel de vestuarios.

De esta manera, todos los jugadores han ido desfilando por ese pasillo de casi cuarenta metros, saludando a los seguidores y bebiendo de ese ímpetu azulgrana que ve que este sábado 17 de junio se puede vivir el sexto ascenso del Levante a Primera.

Orriols ha sido una auténtica fiesta en las horas previas a la cita de esta noche. Se espera, no obstante, que la gradas del Ciutat estén llenas, rozando una cifra de 24.000 espectadores que es la que maneja como previsible el propio Levante.