Los pecados del Levante

El Levante ha caído en una trampa peligrosa, en la de creer que obtiene beneficio alguno si se desahoga a gusto con el árbitro en el túnel de vestuarios por mucha razón que se tenga, o si los puntos que se deja por el camino tienen menos valor por aquello de las muchas bajas por lesión que hay. Dos puntos de quince dan para reflexionar y más cuando se ocupa la octava plaza en la clasificación, la peor posición desde que arrancó la Liga hace dieciséis partidos, si exceptuamos la primera jornada.

La factura arbitral de Leganés

Se habló, todavía con los ánimos calientes, en el mismo vestuario granota nada más acabar el partido contra el Racing de que los árbitros no dan este año ni una sola concesión al Levante. El club ha perdido peso en Madrid con la salida de Quico Catalán, pero también es verdad que no hay que olvidar que no se subió a Primera precisamente por una decisión arbitral después de seis minutos de dudas en el monitor del VAR. En el club se entona el mea culpa por lo que pasó en Leganés. No por los fallos tan grave del colegiado, sino por las formas de algunos responsables del club. «Eso nos está pasando pasan factura», llegan a admitir en el Levante. Lo curioso es que de poco sirvió que el presidente, Pablo Sánchez, hablara en Leganés casi media hora con el colegiado Milla Alvéndiz en Leganés. Tono sosegado para calmar la revancha. Contra el Racing, Galech Apezteguía fue tan escrupuloso que los levantinistas se volvieron a sentir maltratados. Ya se levantó oficialmente la voz tras lo de Leganés, con nulo resultado. Ahora toca un perfil más liviano.

Calleja: bueno y no tan bueno

Los críticos de Javier Calleja opinan que al entrenador se le escapó el ascenso por esa baza que se jugó al todo o el nada Luis García la campaña pasada. De Calleja se valora el trabajo y la metodología que aplica en compañía de sus ayudantes. En el club la preocupación no es la situación del entrenador precisamente sino los frentes económicos que cubrir. Es decir, que el consejo confía plenamente en el entrenador, pese a que Calleja tiene lagunas que debe corregir. Contra el Racing, la desconexión del equipo en la segunda parte fue de tal envergadura que se echó de menos desde el banquillo alguna reacción válida que evitara la tendencia en la que se metió el equipo. A Calleja le cuesta en ocasiones leer el partido, anticiparse y desde luego aplicar las posibles soluciones.

No sabe jugar en el Ciutat

Si se contabilizaran únicamente los partidos como local, el Levante estaría peleando por no bajar. Ocupa la decimosexta plaza en ese ranking, con sólo tres victorias, tres empates y dos derrotas. Hasta en goles le es desfavorable (13 contra 14). Es uno de los problemas de este equipo, que no sabe por dónde hacer daño en el propio salón de su casa. Y la gente se desespera. Fuera de casa, en cambio, el panorama cambia: es el tercer mejor visitante.

El enigma de las lesiones

Es verdad que no es la misma defensa si están Andrés Fernández, Capa, Postigo y Álex Muñoz, pero también con ellos la cosa no ha funcionado del todo como se desearía. Contra el Racing había un jugador recién recuperado (Álex Valle); un canterano al que al final le vino grande el partido (Grande); un portero que nunca se quita de encima las dudas (Femenías) y un central que aún no ha dado el nivel (Valle). El Levante se desangra atrás con demasiada facilidad. Tan importante es acertar en la prevención y el tono físico para evitar las lesiones musculares como evitar las recaídas de jugadores. Ahí tiene un lastre importante que solucionar. Y más aún sabiendo todos que la temporada en Segunda es larga.

Bouldini, Dani Gómez...

Se estrenaron ante el Racing Clemente y Romero como goleadores. Les viene bien en un contexto en el que Dani Gómez sigue empeñado en alcanzar en cada acción individual la excelencia cuando en realidad cuando trabaja para el equipo su nota personal se eleva considerablemente. El delantero vive en una crisis de indentidad anotadora casi permanente y su fijación con el gol (lleva 1) le deja al descubierto. Luego está el caso de Bouldini, sin duda la gran referencia. Calleja lo dejó en el banquillo y su recurso apenas provocó mejoría el lunes. Bouldini es el máximo realizador (5) pero lleva dos meses de sequía. Es una pieza básica que debe estar enchufada.