La 'Araña infernal' y los silbatos protagonizan un disparo de lo más original
Robert Sánchez se luce durante un reciente partido entre el Brighton y el Leicester. EFE

Un prodigio que no cuajó en Buñol

Físico imponente. Robert Sánchez llegó a la escuela del Levante con 15 años y más de 1,90 metros de altura, pero su falta de adaptación a la residencia llevó a su precipitada salida al Brighton

Lunes, 22 de marzo 2021, 01:16

Robert Sánchez impresionó con su planta cuando, en 2013, se presentó en las instalaciones de Buñol para realizar una prueba de acceso. Tenía 15 años y procedía del Ciudad Jardín de Cartagena, su tierra. El espigado guardameta ya superaba lo 190 centímetros de altura y enseguida convenció a los responsables de la escuela del Levante. Tras una semana de entrenamientos, se quedó. Tenía unas facultades físicas extraordinarias y una actitud positiva para progresar a nivel técnico. Pero su estancia en el conjunto azulgrana duró mucho menos de lo esperado. Era la primera experiencia del jugador lejos de su familia y la adaptación a la residencia de canteranos se complicó. Aun así, demostró su potencial. En medio de esa situación, el Brighton & Hove Albion llamó a la puerta del arquero y, tras cerrar un acuerdo económico con la entidad de Orriols, se lo llevó a tierras británicas a principios de 2015. El prometedor portero cogió un avión y no ha dejado de volar. Está en una nube. Los últimos meses han supuesto una revolución en la vida de este imponente futbolista. Ha irrumpido en la Premier League y, como premio, ha sido convocado por la selección española absoluta para la concentración que arranca hoy en Las Rozas. Una eclosión con pinceladas granotas.

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En Orriols, se contempla el crecimiento de Robert Sánchez con una mezcla de satisfacción y nostalgia. El cartagenero estuvo menos de dos temporadas en la cantera del Levante y, pese a que los técnicos estaban convencidos de que tenía proyección para llegar a la élite, hizo las maletas en busca de una nueva aventura en el Reino Unido. Ahora, seis años después de su aterrizaje en Brighton, ha revolucionado el fútbol inglés y español.

«Estoy súper contento y súper orgulloso de lo que es Robert a día de hoy. Es gente con la que hemos compartido tiempo», afirma David Salavert, quien ejerció como director de la escuela del Levante entre 2009 y 2016. Actualmente, forma parte de la agencia de representación Wasserman. Recuerda la entrada del guardameta en la ciudad deportiva de Buñol: «Llegó desde el Ciudad Jardín y entendimos que tenía proyección. Tenía unas condiciones muy buenas y un físico que destacaba para su edad. Además, estaba muy abierto a aprender y trabajar y tenía muy buen perfil personal«. Los larguísimos brazos del arquero causaban sensación. Y a pesar de su altura, que todavía debía ir a más, se movía con agilidad. Blocaba bien el balón y dominaba el juego aéreo. Eso sí, debía mejorar la coordinación. Había tiempo.

En aquella época, Pepe Martínez Puig actuaba como coordinador de porteros de la escuela. El de Algemesí, una institución en el Levante, tuvo una relación exquisita con Robert Sánchez. Incluso el joven portero, cuando no contaba con obligaciones académicas, pedía permiso al preparador valenciano para ayudarle en algunos entrenamientos de las categorías de fútbol base.

Martínez Puig apostaba por Robert Sánchez. Los técnicos veían en él un arquero especial. Con características para triunfar. Consideraban que encajaba en el perfil de portero con futuro teniendo en cuenta la tendencia del fútbol. Un guardameta grande y atlético. Sin embargo, las circunstancias jugaron en contra. El cartagenero no consiguió acoplarse a la residencia de la ciudad deportiva de Buñol, en la que convivían unos 35 chavales. De esta forma, la coyuntura dificultó su continuidad. Su madre y su abuelo se desplazaban a Valencia para visitarle, mientras que su padre viajaba por Europa por motivos laborales.

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Y cuando surgió la oportunidad del Brighton, Robert Sánchez se lanzó. Tenía la ilusión de competir en Inglaterra. Pese a que el Levante era consciente de su potencial, las circunstancias personales del guardameta provocaron que el club comprendiera su salida. «Él decide dar un paso y es respetable», admite Salavert. Eso sí, hubo determinadas condiciones. El club granota recibió una pequeña compensación económica y, además, acordó con la entidad británica el pago de unas cantidades en caso de que alcanzara el fútbol profesional y en función de partidos disputados en la Premier League. El contrato también incluye el porcentaje de un futuro traspaso. De esta forma, la operación ha comentado a tener un retorno que puede crecer.

Curiosamente, Robert Sánchez coincidió con Dani Cárdenas en la escuela del Levante. «El trabajo de cantera es espectacular. Hace 12 años se inició en el club esta línea de trabajo, que ha ido evolucionando. Sergio Gómez, actual director, lleva muchísimo tiempo en el club. Es para estar contentos con el trabajo de todo el mundo», subraya Salavert.

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Ahora, el guardameta cartagenero, a sus 23 años, mide 197 centímetros. Después de escalar por las categorías inferiores del Brighton y salir cedido al Forest Green Rovers y el Rochdale, debutó en la Premier League el pasado mes de noviembre. Arrebató la titularidad al exvalencianista Mathew Ryan. Aprovechó la oportunidad y se adueñó de la portería.

Sus extraordinarias actuaciones en el Brighton dan que hablar. Tras seis años viviendo en tierras británicas, Robert Sánchez estaba en la órbita de la selección inglesa. Pero Luis Enrique, sagaz, no ha querido esperar y lo ha citado para los próximos partidos del combinado español. Quiere atarlo. El portero de moda. Lo que pudo ser y no fue en el Levante.

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