A finales de noviembre, el Levante afronta su primera final. Es pronto. Pero también lógico teniendo en cuenta las circunstancias del equipo. La preocupación crece semana tras semana y urge una reacción. Después de dos ocasiones de oro desperdiciadas, como han sido los enfrentamientos en Orriols ante el Alavés y el Elche, los de Paco López cierran un tramo del calendario teóricamente asequible visitando a otro rival directo: el Valladolid. El conjunto azulgrana, que encadena siete jornadas sin conocer la victoria, no está sacando rendimiento a su buen trato de balón. Con problemas en ataque y en defensa, dibuja una peligrosa tendencia. Para evitar situaciones límite, el equipo necesita volver de Pucela con los tres puntos en el bolsillo. Y es que, después, llega una dura cuesta con partidos contra el Getafe, el Barcelona y la Real Sociedad. Hay que coger aire.
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Los cuatro empates a un gol firmados de forma consecutiva han dejado al Levante en una posición delicada. El Valladolid se impuso ayer en el campo del Granada, por lo que los de Paco López terminan la jornada en puestos de descenso. Sólo han cosechado un triunfo en los nueve encuentros disputados y, con siete puntos en el casillero, están lejos de las expectativas.
El Levante concede a sus rivales menos oportunidades de gol que en las anteriores temporadas, en las que los desajustes y descuidos resultaban más frecuentes. Aun así, el equipo se muestra incapaz de dejar su portería a cero. Es, junto al Valladolid precisamente, el único equipo de Primera División que todavía no lo ha conseguido esta temporada. Algunos fallos de marcaje están penalizando demasiado.
Aitor Fernández, quien la pasada campaña lideró el ranking de paradas realizadas en la Liga, se encuentra ahora en la zona media de la clasificación. Sin embargo, el Levante ya suma 14 goles en contra. Hace un año, a estas alturas, el equipo había encajado 11. Falta contundencia.
Esta situación cobra una mayor relevancia cuando el ataque granota ha perdido la voracidad que le caracterizaba. El Levante, con nueve tantos a favor, no tiene la lucidez ni la efectividad de antes en los metros finales. Así, y con la losa de los goles recibidos, puntuar se complica.
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Pese a que Campaña no está ofreciendo su mejor versión en las últimas semanas, el equipo sabe llevar la iniciativa. Le sobran recursos en el centro del campo. Sin embargo, se ha atascado en ataque durante varios encuentros. Especialmente inquietante fue la escasez de ideas mostrada ante el Alavés y el Granada jugando con superioridad numérica. Paco López echa en falta la figura de un delantero con el perfil de Mayoral, quien proporcionaba numerosas soluciones con sus movimientos de espaldas y su talento para asociarse.
«Hemos hecho lo difícil que es ponernos por delante y es verdad que esos dos pasitos atrás no estamos acostumbrados a hacerlos», admitió Paco López tras el choque con el Elche. Los futbolistas retrocedieron sus líneas y acabaron pagándolo. El viernes, en Valladolid, el equipo deberá crecer para romper una dinámica que ha encendido las alarmas.
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