Queda prohibido despistarse

El Levante se despistó en Mestalla, donde dejó pasar una ocasión histórica para ganar su primer derbi a domicilio. También se durmió en San Mamés, frente a un Athletic que estaba en su peor momento y ante el que completó uno de sus peores partidos del año (contando también la pasada Liga). Basta ya. El equipo tropezó contra su evidente falta de gol para dejarse cuatro puntos ante Celta (con la ayuda del árbitro y su error grosero) y un Granada con diez. Toca espabilar porque empieza 'su' campeonato. Esos encuentros donde se va a jugar la vida: el de los rivales directos, contra los cuales sólo le suele ir regular.

Como dato, la temporada pasada hubo tropezones contra dos de los equipos que acabaron bajando, el Mallorca y el Espanyol. Frente a los catalanes, en la primera vuelta y en casa, cuando venían hundidos. Y bien es cierto que contra los baleares fui muy al final, cuando el equipo granota ya no se jugaba nada. Pero a esos despistes hay que sumarle el de Ipurua, donde los de Paco López sufrieron en la Liga anterior un severo 3-0. O los partidos contra Osasuna, recién ascendido entonces, frente al que se sumó uno de seis puntos.

Pero la palma se la lleva el Alavés, el rival con el que el Levante reinaugura este domingo (18.30 horas) el Ciutat. Los vitorianos se adjudicaron los seis puntos en juego frente a los granotas. Y precisamente en acciones en las que el equipo de Paco López ha sufrido desde que el entrenador de Silla está al frente del equipo.

En Mendizorroza, el Alavés se impuso en un córner, y en la segunda vuelta aprovechó un contragolpe, con el Levante volcado, para hacerse con los tres puntos. Joselu y Aleix Vidal, respectivamente, fueron los encargados de martillear la portería defendida por Aitor Fernández. En ambos encuentros los granotas gozaron de ocasiones, pero no tuvieron acierto de cara a gol. Justo como en este inicio de Liga.

Con dos goles en los últimos seis partidos, al Levante le falta inspiración realizadora. Si se ha criticado, quizás en demasía, al entramado defensivo granota, lo cierto es que si algo ha caracterizado al equipo de Paco López ha sido su capacidad ofensiva. Siempre la tiene y casi siempre acaba viendo portería.

La baja de Mayoral –que precisamente no tenía tampoco una gran estadística de efectividad– ha perjudicado a un equipo que sobrevive de Morales (en los primeros partidos) y del balón parado: el penalti de Roger y el tanto de Vezo de córner. Necesita afinar la puntería y ahuyentar los despistes para no complicarse.