![Quico Catalán: «Si pienso en mí, me hubiera ido a casa pero tengo la responsabilidad de acabar el proyecto»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201809/25/media/cortadas/129327415--624x451.jpg)
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HÉCTOR ESTEBAN
VALENCIA.
Martes, 25 de septiembre 2018, 00:39
Francisco Javier Catalán Vena (Madrid, 1 de diciembre de 1975) desveló el pasado domingo tras el partido ante el Sevilla un secreto a voces: optará a un nuevo mandato de cinco años en el Levante UD. El camino hacia la reelección es llano. El 69% de las acciones las controla la Fundación del club, uña y carne con el consejo de administración. Catalán se presenta de nuevo para cerrar los proyectos iniciados. Las elecciones serán en diciembre de 2018 y estará en el palco del Ciutat como mínimo hasta 2023. Aterrizó como máximo dirigente en 2009 y lo hizo para sacar al club del hoyo del concurso de acreedores. Catalán quiere terminar la aventura iniciada.
-Empeñó su palabra al asegurar que el actual sería su último mandato. Al final, adelanta las elecciones y se vuelve a presentar. ¿Qué ha pesado tanto para no cumplir con aquella promesa?
-No sé si catalogarlo como empeñar una palabra, pero bueno se puede llamar como se quiera. ¿Si he cambiado de opinión? Sí.
-¿Por qué?
-Cuando hago una entrevista me gusta ser franco y sincero, hablo desde el corazón. Si dije aquello, que lo dije, era porque lo sentía. No me veía más allá de 2019. Creía que acababa una etapa. Y ahora seguramente he cambiado por la ilusión, por el cariño de la gente que he recibido desde que trascendió. Porque los proyectos que van a ver la luz me hacen que quiera estar entregado al Levante un mandato más.
-Usted dijo: «Hay que saber cuál es el momento de irse», «que lleguen otras personas con más frescura es bueno», «es saludable que las caras cambien»...
-Sigo pensando lo mismo...
-Sí, pero lo de la salud lo dejamos para más adelante...
-No, no, no, si es saludable. De la misma manera que algún levantinista quiera asumir el reto de que un consejo de administración nuevo gestione el club. Eso es así. También le digo que es igual de saludable que las personas que hemos decidido volver a presentarnos tenemos la ilusión necesaria. El día que desaparezcan las ganas será el idóneo para dejarlo.
-¿Por qué adelanta un año las elecciones?
-Porque tenemos unos proyectos entre manos y por el bien del Levante. Hay decisiones que tenemos que tomar como la remodelación del estadio o el inicio de la ciudad deportiva. No era responsable que un consejo con una fecha de caducidad próxima -diciembre de 2019- pudiera asumir esas decisiones.
-Bueno, pero esos proyectos iban a seguir en marcha igual.
-Sí pero al final no dejas de ejecutar proyectos en los que la inversión económica es importante y hemos entendido que lo más lógico, para materializarlos, es que este presidente y este consejo sigan. Ha sido un ejercicio de responsabilidad y de transparencia.
-Unas elecciones con el Levante en Primera División siempre son más confortables para el candidato a presidente.
-Bueno, es mejor presentarse estando en Primera que en una situación distinta. No soy brujo, no sé qué va a pasar. No lo he calibrado. Si tuviera que calibrar tantas cosas igual no lo hubiera hecho público ayer tras un 2-6 en casa. Sólo pensamos en el Levante, no en uno mismo. Si en muchos proyectos no tuviéramos que tomar decisiones en los próximos meses nos hubiéramos ido a finales de 2019 y ahí no sé cuál hubiera sido la posición del actual consejo y del presidente.
-Tras poner en marcha varios proyectos como la ciudad deportiva y la remodelación del estadio, ¿le ha podido la sensación de ver que se iba a ir sin cortar cintas?
-Para nada. Hay gente que pensaba que iba a anunciar que me iba a casa. Si yo pienso en mí, después de todo lo que se ha hecho, es mucho más fácil irme dentro de dos meses que someterme a un nuevo mandato de cinco años en los que deberé asumir más riesgos de los que ya he asumido, que han sido muchos. Si pienso en mí, convoco elecciones y digo que no me presento. Si se hace un análisis de la situación, sin ser pretencioso, creo que este consejo ha hecho un trabajo muy bonito, atractivo e interesante por este club. Con la satisfacción de haber cumplido. Si alguien arriesga soy yo. No pensamos en cortar cintas sino en acabar un proyecto iniciado.
-La sintonía entre el consejo y la Fundación es total. Esta aglutina el 69% de las acciones. ¿Supongo que su reelección es un hecho?
-Espero y deseo que la Fundación, de la que soy patrono, que es el máximo accionista del Levante, pueda sentirse orgullosa del consejo de administración. Y se pueda sentir tranquila. Muy mal lo tenemos que hacer para que cambie su opinión pero seguro que hay gente que tiene ideas atractivas y el Levante también necesita gente activa.
-Es casi imposible que se presente una candidatura alternativa a la suya. ¿Ha manejado los tiempos del proceso para evitar una oposición?
-No, sinceramente. Si hubiera manejado los tiempos me hubiera esperado hasta el último minuto antes de convocar la junta de accionistas para adelantar las elecciones.
-Insisto, es un hecho que la oposición en el Levante es hoy casi un imposible.
-No sé, por qué es imposible...
-Por los tiempos, por los plazos, por el control accionarial, por la simbiosis entre el consejo y la Fundación...
-O porque lo hemos hecho muy bien.
-También es un motivo.
-Ni por plazos ni tiempos ni por cosas que no sean valorar el trabajo. Insisto, por plazos hubiéramos apurado. No buscamos eso. Pase lo que pase en la junta el objetivo es que impere la estabilidad. Si salimos nosotros con nuestro proyecto o si vienen otros.
-La Fundación tiene el 69% de las participaciones, se habla de un proceso democratizador pero el órgano quiere mantener al menos el 51% de las acciones.
-Y yo también quiero que sea así.
-Entonces siempre ganará el que la Fundación quiera.
-Para eso es el máximo accionista. Ocurrirá ahora, dentro de cinco años y si Dios quiere dentro de diez.
-¿Y eso es bueno?
-¿Y es bueno que sea un señor con nombre y apellidos?
-No lo sé, aquí se llegó a plantear con el tema del americano Sarver.
-Bueno, es el modelo que tiene el Levante, el que impera. En la Fundación está el perfil de todos los accionistas, hay representantes institucionales, del consejo. Creo que representa a todos los extractos del levantinismo. Gente capacitada para tomar decisiones.
-No sería mejor que tuviera el 49% de las acciones.
-No es algo que me preocupa. No creo que sea ni el problema ni la solución del Levante.
-¿Va a dar entrada a alguna mujer en el consejo?
-Puede ser. La idea es que sigan todos y alguien más. Valoro mucho la figura de una mujer.
-¿Por qué se retrasa la ciudad deportiva?
-Los plazos del plan especial del puerto se retrasan y nos afecta. No hay nada más.
-¿Y el plazo para iniciar a fondo la remodelación del estadio?
-Se abordará el proyecto en tres o cuatro fases, más tres que cuatro, y si todo va bien se empezará a ejecutar este verano.
-¿Contempla una ampliación de capital a corto plazo?
-Es uno de los planteamientos que le hicimos al Patronato de la Fundación como una de las opciones antes de verano. Ahora, como el club ha cambiado pienso que ya no es la opción óptima aunque sí que lo era en aquel momento. La venta de un jugador -Lerma por 30 millones de euros- ha propiciado un cambio en el planteamiento.
-¿Y existe la posibilidad de pedir un crédito?
-Lo que tenemos que abordar en los próximos meses es la negociación con los bancos. Nos van a quedar 15 millones refinanciados a 2034 y vamos a hablar con los acreedores para explicar nuestra posición, cómo tenemos que obrar y ver cuál es la mejor solución. Lo demás es aventurado.
-¿Hace diez años, cuando llegó al cargo, hubiera pensado que estaría en esta situación?
-No.
-¿Ha ido mejor de lo esperado?
-Decía que no porque no esperaba estar más de año y medio en el club. Por el resultado, si me pregunta en 2009 si en 2018 el Levante iba a estar en esta casa, sin necesidad de tirar el estadio y levantar siete torres, de que planteábamos construir una nueva ciudad deportiva, que íbamos a estar ocho temporadas en Primera, jugar Europa League y que la deuda estaría refinanciada hasta 2034, realmente era impensable. Ni en el mejor de los sueños se podía pensar que íbamos a estar así.
-¿Con quién mantuvo la charla clave para optar a otro mandato?
-Mi padre es una persona muy importante. Ese referente que sin buscar lo he tenido. Me aporta, me lo ha enseñado todo y es un ejemplo diario. Su opinión es vital. No se trata de una conversación. Es un poco de todo. Vamos creciendo, evolucionado, la ilusión se regenera y aumenta. Notas el cariño y respeto de la gente, que te dice: 'Presi, no te puedes ir en 2019'. Nunca ha habido ese momento de tirar la toalla pero sí de altibajos y sufrimiento en lo personal y en lo colectivo. El corazón y la cabeza me han dicho, Quico tira hacia adelante porque podemos seguir construyendo algo bonito por el Levante.
-¿Se había preparado alguna alternativa laboral si dejaba la presidencia del Levante?
-No, no, ninguna. De hecho mi hija me preguntó: ¿papá y si no sales elegido? Lo hablé con mi mujer también. Si no salgo pues haré otras cosas, creo que no me faltará trabajo.
-¿El fútbol moderno está destruyendo el fútbol?
-No, el fútbol evoluciona. Desde las botas a la preparación física, los jugadores, los estadios... La esencia del fútbol no va a desaparecer. El VAR por ejemplo es un gran acierto pero requiere un proceso de adaptación. En cuatro partidos ha hecho mucho bien al fútbol.
-¿Será 2023 su último mandato?
-Si digo que no o que sí mucha gente no me creerá porque un día ya dije que no repetiría. Se me hace un mundo, de verdad.
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