El Levante moderno está peleando por cosas impensables en los 80. ¿Algún granota de los 'de toda la vida' podía soñar que uno de sus delanteros estuviese luchando por el Zarra? Sí, la clasificación que distingue al mejor goleador español de la Liga. No. Pues a inicio de 2020, el último año de la segunda década del siglo XXI, lo tiene. Roger Martí se marchó anoche a dormir encabezando esta lista después de su tanto en el Metropolitano.
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«Estoy contento en parte, pero jodido por lo colectivo. No nos queda otra que seguir trabajando», contestaba ayer el Pistolero, aún en el césped, cuando en Movistar le preguntaban al respecto. Roger, además, mantiene su enorme efectividad de cara al marco contrario: su único disparo a puerta acabó dentro de la portería de un meta difícil de batir como es Oblak.
Si Roger acabará la primera vuelta como Zarra de la Liga se verá hoy. De momento, uno de sus rivales, el azulón Ángel, se quedó sin marcar. Gerard Moreno, Lucas Pérez y Loren, todos con ocho goles, tienen que jugar este domingo, al igual que Iago Aspas –suma siete–, que disputará el Celta-Osasuna con el que se cerrará la jornada.
En caso de que nadie alcance este domingo los nueve tantos, Roger llegará al ecuador de la Liga como Zarra. Brutal. La lástima fue que Mayoral no repitiese la actuación de antes del parón. El delantero madrileño se tuvo que marchar al intermedio, todo hay que decirlo. «Estaba mareado y ha pedido el cambio», desveló Paco López. «Teníamos a varios futbolistas, como Radoja, aquejados por un virus», detalló.
No sonó a excusa de mal pagador, pues el entrenador del Levante habló de este asunto sólo cuando le preguntaron expresamente por Mayoral. Antes, casi de pasada, había dicho que pidió el cambio en el descanso. Sin ser el del Celta, en 45 minutos el delantero se había mostrado participativo, aunque sin opciones de marcar.
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Quien tampoco las tendrá será Nikola Vukcevic. Después de temporada y media en la Liga, el montenegrino aún no le ha cogido el truco a los árbitros españoles. El balcánico ve cartulina amarilla con excesiva facilidad. Protagonista involuntario en el anterior Atlético-Levante por un penalti inexistente, ayer sí fue sancionado con merecimiento en el tiempo añadido.
Lo peor, que llevaba seis minutos en el terreno de juego tras haber sustituido a Radoja, uno de los futbolistas que ayer jugaron mermados por el mencionado virus. Al final, esa amarilla no es anecdótica, pues Vukcevic se perderá el partido contra el Alavés tras el parón por la Copa. Para entonces, si no hay inconvenientes, Paco López ya habrá recuperado efectivos, como es el caso de Melero, que no ha viajado al Wanda por precaución después de estar semanas lesionado.
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