El Levante da un golpe de salvación en Cornellà

Paco López lo reconoció después del encuentro. Ya con rostro de satisfacción: «Nosotros teníamos marcado este partido en el calendario porque era clave para nosotros». No se presentaba como una cita cualquiera. Y el Levante respondió a la perfección, dejando la permanencia prácticamente vista para sentencia. El equipo granota dio un golpe de autoridad en Cornellà superando a un Espanyol que había retomado la Liga dispuesto a salir del pozo. Los azulgrana explotaron sus recursos, volvieron a enviar al conjunto de Abelardo al fondo de la clasificación y alcanzaron la salvación virtual. Terminan la jornada con 12 puntos de ventaja sobre la zona de descenso a falta de ocho jornadas. Un paso casi definitivo y que les permite afrontar el final de curso sin presión. Y sin renunciar nada. A priori, el séptimo puesto, ese que abre las puertas de Europa, se encuentra demasiado lejos, pero el técnico de Silla avisó ayer de que ambición no va a faltar.

El Levante llegaba a Cornellà con un reto, ya que no conocía la victoria en Liga a domicilio desde el 14 de diciembre. Paco López volvió a apostar por refrescar el equipo e introdujo cinco cambios en el once. Juntó en ataque a Roger y Mayoral y optó por que Morales comenzara en el banquillo.

El choque arrancó con un ritmo sorprendentemente alto. El Espanyol realizaba una presión asfixiante que originaba sendas pérdidas de Melero y Vukcevic en zonas comprometidas y que ponían en apuros a la defensa azulgrana. En cualquier caso, al Levante le sobra calidad en la línea de tres cuartos. Era el minuto 13 cuando Bardhi dio rienda suelta a su clase. El macedonio rompió la línea defensiva con una jugada individual y se plantó solo delante de Diego López, pero falló en el mano a mano. El guardameta gallego no iba a tener tiempo para reponerse. En la siguiente acción, 30 segundos después, otra genialidad granota empezó a decantar el duelo.

Pase en profundidad de Melero, exquisito taconazo de Campaña y eslalon de Mayoral. El de Parla emprendió una batalla en solitario. Superó con algunos trompicones a Cabrera, Víctor Sánchez y David López para penetrar en el área y definir perfectamente ante Diego López. Un gol que dio paso a una fase de absoluto dominio.

Campaña y Bardhi se movían con muchísima libertad, tendiendo en numerosas ocasiones a posiciones interiores. Algo compensado por la profundidad de Miramón y Clerc y los apoyos de Roger y Mayoral en las bandas. Pero llegó un jarro de agua fría. Antes de la media hora, el Espanyol puso las tablas. Cabrera, quien tiene catapultas en sus brazos, realizó un saque de banda potentísimo. El cuero voló 28 metros antes de ser cabeceado hacia el segundo palo por David López. El central se deshizo de la cobertura de Melero con demasiada facilidad y Aitor no pudo hacer nada para desviar el testarazo. El VAR revisó el gol por posible falta del defensa blanquiazul al centrocampista granota, pero entendió que el contacto no fue suficiente.

El Levante dio un paso atrás, aunque antes del descanso se le escapó el 1-2. Campaña usó su magia para construir la ofensiva, Clerc centró y, tras un balón al palo y un remate fallido de Mayoral, apareció el sevillano para cabecear al interior de la red. El tanto fue anulado por un dudoso fuera de juego posicional de Melero.

El segundo acto empezó con el Espanyol tomando la iniciativa y haciendo daño a base de envíos al área. Aitor se mostraba muy atento, sobre todo en un centro de Embarba que se envenenó. Y es que el extremo madrileño hacía sufrir a Miramón con sus incursiones.

El Levante estaba espeso, sin conexión entre la medular y la delantera. Y Paco López decidió inyectar más verticalidad y velocidad al equipo con un doble cambio. Hernani y Morales relevaron a Melero y Mayoral. El extremo portugués estaba dispuesto a volver a convertirse en el revulsivo.

Y en el minuto 67, fruto de una excelente asociación con Morales en la frontal del área, Bardhi marcó el tanto decisivo. El macedonio se revolvió y batió con arte a Diego López. El Levante aprovechó el desconcierto del Espanyol para llevar a cabo un asedio. Un misil del balcánico, un remate picado de Postigo y un latigazo de Hernani se toparon con el inspirado arquero. El conjunto granota había recuperado la batuta. Los cambios habían vuelto a funcionar.

Y ya en el minuto 86, un centro del persistente Clerc fue desviado por Pedrosa al interior de su propia portería. El gol de la sentencia. El de la tranquilidad. Sobre todo cuando sabe a permanencia.