Sánchez Vera prepara su adiós

«Me voy con una pequeña sonrisa. Se ha dado mi último partido en el Ciutat como entrenador del Levante», ha anunciado tras la derrota contra el Barcelona. Un mensaje que ha resultado chocante a pesar de que la decisión entraba en las previsiones teniendo en cuenta las severas restricciones económicas a las que se deberá amoldar el proyecto deportivo. En cualquier caso, a la hora de matizar sus palabras, Sánchez Vera se ha resistido a cerrar por completo la puerta de su continuidad.

«No es confirmarlo. Las cosas pueden cambiar mucho de aquí a final de temporada, pero a día de hoy la situación pasa por otro camino. Conocemos la situación. De un día para otro las cosas cambiar. Yo tengo la sensación de que he vivido mi último partido con el Levante en el Ciutat. Nos quedan pocos partidos en casa y abrir el estadio es muy complicado. Me he sentido feliz. Podré decir que he sido entrenador del Levante. A lo mejor me equivoco y en dos semanas anunciamos una renovación«, ha afirmado.

El técnico ha hecho referencia a las dificultades económicas que atraviesa la entidad: «Todos conocemos la realidad del club y el momento de reestructuración. El Levante tiene que estar muy por encima de Sánchez Vera, Felipe, el presidente... Vamos a ver lo que pasa a final de temporada pero es complicado. No hay que argumentar mucho más. La importancia la tiene la continuidad de un proyecto. Vamos a pelear por que este equipo esté el año que viene en Champions. A nivel interno dentro del club no son momentos fáciles para nadie. Es un año difícil. Todo el mundo está poniendo lo que puede en un momento sensible».

Incluso ha analizado su paso por el Levante: «El fútbol no entiende de valorar los procesos. Se valorará con el tiempo lo que está haciendo este equipo y estas futbolistas. El proceso estaba empezando, pero las circunstancias del club y del fútbol han cambiado mucho. Creo que el proceso podía continuar, pero hay desenlaces que no están en nuestra mano y te hacen girar. No podemos volvernos locos. Nos quedan ocho partidos en que todas las futbolistas y nosotros nos jugamos muchísimo». Y ha ensalzado el ambiente respirado en Orriols durante el partido contra el Barcelona: «Me quiero quedar con lo que nos ha brindado nuestra gente. Hoy han sido casi 11.000 personas y me apetecía vivir esto».