Sánchez Vera: «La reconstrucción del Levante pasa por cuidar mucho a las canteranas»

–¿Cómo ha vivido el conflicto relacionado con las condiciones salariales de las árbitras?

–Por suerte es algo que queda en el pasado y a partir de este fin de semana tenemos la gran oportunidad de volver a competir. Era lo que deseábamos todos los que peleamos no sólo por nuestros clubes sino por el crecimiento del fútbol femenino. Todo lo que sea conflicto o una situación que divida hace que no consigamos avanzar. Nos alegramos de que la situación esté resulta y ojalá a partir de ahora sea el fútbol lo que predomine por encima de otro tipo de conflicto que no nos lleva hacia ningún sitio.

–Vuelve a los banquillos después de un año ausente. ¿Cómo afronta la temporada?

–Lo dejamos una temporada por un tema personal de Covid, por el fallecimiento de mi padre. Justo con ofertas en la mesa para firmar, el tema familiar fue de sopetón y decidí que ese año me iba a quedar en casa junto a la familia. He pasado una temporada de pausa y hemos tenido la suerte de volver a entrenar y en un club tan importante en el fútbol femenino como el Levante. Estamos contentos y con muchas ganas.

–También tiene experiencia en el fútbol masculino. En la campaña 2020-21 formó parte del cuerpo técnico de Tiago Mendes en el Vitoria de Guimaraes.

–Fue una experiencia muy bonita en un equipo con Silvio, Quaresma, Pepelu, André André, Pepelu... Un montón de futbolistas importantes. Me llevé allí a Pepelu. En Portugal fue uno de los jugadores más importantes durante toda la temporada. Una experiencia muy bonita que te curte y que acelera tu proceso y te hace salir de tu zona de confort, que es lo importante. Fue inolvidable pisar el fútbol profesional no sólo femenino sino también el masculino.

–¿Cómo ha disfrutado más?

–Tienen sus diferencias, sobre todo en cuanto a gestión y cómo es ahora mismo el negocio del fútbol. En el masculino y el femenino hay grandes diferencias, por tanto la forma de gestionar y el conflicto de intereses no es igual. Hemos tenido ofertas en fútbol masculino, pero hace cuatro o cinco años, cuando empecé en el femenino, decidí que ahora era un período de fútbol femenino. No sólo de cara al club en el que pudiera trabajar, sino para intentar sumar por el bien y el crecimiento del fútbol femenino. Era más una labor. Y en eso estamos. Por suerte poco a poco, vamos dando esos pasitos que se deberían haber dado antes.

–¿Qué espera de la nueva temporada en el Levante?

–El Levante es un club que en los últimos años ha perdido futbolistas muy importantes, de mucho talento, de otro estatus. La irrupción en el fútbol femenino del Real Madrid y los últimos malos resultados del Atlético han hecho que la apuesta económica de estos clubes sea aún mayor. Hay un mercado importante. La exigencia es mucho mayor para otros clubes y mucho menor para el Levante en ese sentido. Hay que tener un proceso de responsabilidad, pero no puede ser conformismo. Dentro de las herramientas que tenemos, debemos intentar detectar cuál puede ser el punto de crecimiento de un Levante que en el fútbol femenino no deja de ser uno de los clubes más importantes a nivel histórico.

–¿Hay que luchar por los puestos de Champions?

–Cada día es más complicado ganar partidos. El fútbol femenino crece igual que el masculino. Hay sorpresas cada domingo. Es una liga súper igualada. Jugamos con una plantilla de chicas muy jóvenes de muchísima proyección. Creo que el Levante ha encontrado el camino de lo que puede venir a medio y largo plazo. A corto plazo, vamos a ver con el partido a partido hasta dónde somos capaces de llegar. La competición te pone siempre en tu lugar. El año pasado fue sexto. Intentaremos mejorar eso. Intentaremos seguir mejorando año a año y volver a la posición que quiere el Levante, que es estar cerca de competiciones europeas sabiendo que cada vez son más los equipos que quieren jugar competición europea.

–La liga femenina ya es profesional. ¿Esto es sólo un primer paso?

–Ser profesional no es poner una etiqueta. Parece que empezamos a mirar todos en la misma dirección y que se saben las fortalezas y debilidades del fútbol femenino. Todo empieza a ser un núcleo que quiere trabajar de la mano. Si conseguimos eso seguiremos avanzando. Si no, seguiremos estancados como hemos estado estos años atrás.

–¿Existen muchos prejuicios alrededor del fútbol femenino?

–Más que prejuicios, es un tema a nivel de sociedad de cara a la mujer. El primer prejuicio es cuando hablamos de la comparativa entre fútbol masculino y fútbol femenino. En el momento en que los estamos comparando ya estamos teniendo un agravio comparativo. Cuando veo tenis, veo tenis masculino o tenis femenino, pero nunca mi cabeza llega a intentar comparar la velocidad de saque o la potencia con la que se resta. El fútbol es lo mismo. Nunca podemos comparar. El agravio comparativo de cara a factores de fuerza, de espacio o de lo que sea es el principal prejuicio que puede haber. El fútbol femenino tiene cada vez más un espectador muy fiel, muy definido, muy sentimental y familiar. En el fútbol masculino los clubes son casi una religión y hay veces que se cambia el aficionado por el forofo. Ese forofo todavía en el fútbol femenino no existe, pero a ver si es capaz el femenino de ir detectando los buenos vicios del masculino, no los malos. Vamos hacia eso.

–Hubo un enfrentamiento entre la Liga y la Federación sobre el calendario. ¿Cómo lo vivió?

–Por desgracia es ese punto de división. Siempre que para tomar una decisión hay división, el principal perjudicado es el fútbol femenino. Nos hemos echado las manos a la cabeza. Creo que ha sido la constante de lo que hemos vivido en el fútbol femenino durante los últimos años por desgracia. Todo es un proceso. Hemos conseguido que la cosa se consiga firmar y se consiga dar un poco de estabilidad y vamos a ver si todos dejamos de mirar ciertos intereses individuales y de ser un poquito egocéntricos. El fútbol femenino va un poco más allá de lo que defendemos cada uno y cada una. Y sabemos que hay veces que hay que tender un poco la mano porque no sólo estamos trabajando para el desarrollo de nuestros clubes sino para un movimiento que es el crecimiento del fútbol femenino, ahora sí profesional.

–En la selección hay turbulencias. Buena parte de las jugadores han pedido la marcha de Jorge Vilda como entrenador. ¿Hay solución?

–La realidad de lo que hay dentro no la sabemos. La situación incómoda y difícil es para los dos lados. Estamos hablando de una selección que es una de las potencias mundiales. Ojalá encuentren el mejor camino porque es una representación importante de todo ese crecimiento por el que peleamos. Sólo deseo que encuentren puntos de solución. Todos y todas tenemos que arrimar el hombro en esta situación.

–La levantinista Silvia Lloris conquistó en agosto el Mundial sub-20. Una buena referencia para la cantera del Levante.

–Paula Tomás y Estela Carbonell también tienen ficha del primer equipo. Y tenemos en dinámica del primer equipo a Andrea Tarazona, María Gabaldón, Nuria Escoms, Bascuñán... Sabemos que la reconstrucción del Levante pasa por cuidar mucho el proceso de las canteranas. Tienen muy buen nivel. Ahora hay que darles los contextos de entrenamiento adecuados y detectar cuáles son los momentos para cada una de ellas y que no precipitemos ninguna de las acciones.

–María Alharilla ya ha vuelto a ejercitarse después de convertirse en la primera jugadora profesional que interrumpe su carrera por embarazo en España. ¿Cuándo podrá estar lista?

–Estoy segurísimo de que, dentro de muy poco, volverá a ponerse una botas y a competir un domingo. Para nosotros es una de las noticias importantes de cara al inicio de Liga. Alharilla es el alma y la representación de lo que es este Levante Femenino. Estamos contentísimos de poder tener la experiencia y esos valores que necesitamos en un vestuario que está en crecimiento.