Pesadillas con el arte de Joaquín

El arte no tiene edad. Joaquín Sánchez es el mejor ejemplo de ello. A sus 38 años, el capitán del Betis sigue ofreciendo recitales. Haciendo de sus eternas genialidades un auténtico martirio para los rivales. Anoche le tocó al Levante. El conjunto azulgrana entró con buen pie en el Villamarín, pero todo se torció cuando el extremo gaditano decidió dar espectáculo. Y su creatividad se dispara si enfrente encuentra tantas facilidades defensivas como las que le concedió el conjunto granota ayer. El tempranero gol de Hernani, un fichaje que empieza a iluminar el camino, sirvió para que los de Paco López se ilusionaran con la victoria. Aunque las rotaciones introducidas por el de Silla en la retaguardia no funcionaron y pasaron factura.

En las horas previas al encuentro, Paco López avisaba: «Creo en la flexibilidad táctica». Y quedó clarísimo en el Benito Villamarín. El técnico valenciano apostó por un 4-3-3 con un trivote inédito formado por Vukcevic, Radoja y Campaña. Un centro del campo con mucho más músculo de lo habitual. El sevillano, escoltado por los dos futbolistas balcánicos, tenía la libertad que tanto le gusta.

Sin embargo, a las primeras de cambio, Vukcevic abandonó su papel de destructor para vestirse de asistente. El montenegrino sorprendió con un exquisito pase en profundidad que permitió a Hernani plantarse solo delante de Joel. Mano a mano. El extremo luso, quien se estrenaba como titular en el Levante, derrocha motivación después de dos años en la sombra en el Oporto. Y sólo habían transcurrido seis minutos cuando recibió el magnífico pase del pivote balcánico. Aceleró, recorrió 20 metros y batió al guardameta bético con un zurdazo ajustadísimo al segundo palo. No podía empezar de mejor manera el encuentro.

Viento a favor. Pero no iba a ser un partido cómodo para el Levante. En absoluto. El Betis apretó los dientes inmediatamente en busca del empate, descubriendo las lagunas del conjunto azulgrana por las bandas. Dos veteranos como Joaquín y Guardado profundizaban y se convertían en un quebradero de cabeza para Toño y Coke. Precisamente, los dos laterales entraron en el once titular después de un mes sin disfrutar de minutos. Paco López ya había apuntado que era momento de hacer rotaciones.

Toño y Coke, poco respaldados por Hernani y Morales en las tareas defensivas, sufrían. Pero la velocidad del portugués y el madrileño podía resultar clave para propinar un nuevo golpe al Betis. El partido subía de ritmo y los granotas confiaban en explotar los espacios. Y en esa coyuntura, Sergio León tuvo el segundo gol en sus botas. El delantero cordobés, quien volvía a casa, no consiguió conectar con el balón en un remate acrobático.

El partido se abría por momentos. Y Borja Iglesias se transformaba en el mejor aliado del Levante al interceptar un disparo a bocajarro de Loren. El delantero gallego se tiraba de los pelos por no haberse podido apartar. Los nervios iban en aumento en el banquillo granota. Sobre todo cuando el árbitro tuvo que consultar el VAR para determinar si había manos de Coke dentro del área. El lateral había desviado ligeramente el cuero con el hombro, pero finalmente el colegio descartó la pena máxima.

El Betis ganaba terreno y se acercaba cada vez con más peligro a la portería de Aitor Fernández, mientras que los atacantes azulgrana no lograban rentabilizar los contragolpes. Faltaba acierto. Hernani se alzaba como el hombre más incisivo, ya que generaba ciertos desajustes merced a sus recursos técnicos. Pero no era suficiente. Y la amenaza verdiblanca iba creciendo. El arquero vasco, siempre providencial, aparecía para desbaratar una clara ocasión de Borja Iglesias y desviar un misil de Guardado.

La noche estaba reservada para Joaquín. El primer acto entraba en su recta final y el Levante trataba de enfriar el partido para conservar la ventaja. Sin embargo, ya en el tiempo añadido, el extremo bético se sacó de la chistera un sutil centro para que Loren Morón cabeceara al palo. El delantero marbellí, demasiado cómodo entre Postigo y Duarte, recogió el rechace y mandó el cuero al interior de las mallas.

El Levante llegaba al descanso con serios problemas defensivos. Y no iban a desaparecer en la segunda parte, en la que Melero sustituyó a un Vukcevic que ya había visto una amarilla. Los hechos se precipitaron. Tras un intercambio de golpes entre Canales y Morales, el Betis culminó la remontada. Otra vez Joaquín. Otra vez Loren. Otra vez una laguna en la zaga granota. El cuadro verdiblanco recuperó el balón tras un débil saque de Aitor y, en apenas tres toques, firmó el 2-1. El de Puerto de Santamaría encontró una autopista por su banda y, libre de marca, centró para que el malagueño rematara superando a Postigo.

Era el minuto 48. El Levante no bajó los brazos y Hernani, quien había intercambiado su posición con Morales, ofrecía algún destello que ilusiona. El guión habría dado un vuelco si, unos instantes después, los azulgrana hubiesen aprovechado la triple ocasión de la que gozaron. Pero el Comandante, Campaña y Sergio León se estrellaron con los defensas del Betis.

Entonces Paco López empezó a mover sus piezas, metiendo a Mayoral en lugar de Sergio León. Quedaba media hora por delante. Tiempo suficiente para puntuar. También para que Joaquín volviera a hacer una de las suyas. El gaditano no había dicho su última palabra y, tras un excelso taconazo de Canales, mandó el balón a un Borja Iglesias que no perdonó. 3-1. Pese al varapalo, el Levante siguió buscando la portería de Joel. Sin éxito. La defensa granota tendrá pesadillas con el arte de un incombustible.