El Sevilla arrolla a un Levante nulo en defensa

Tras la reciente derrota contra el Espanyol, Paco López se mostró especialmente sincero. «Siempre hay cosas que mejorar. Esto es lo de la manta corta, que te tapas la cabeza o los pies. Nuestra idea no la vamos a cambiar. No queremos ir al ataque por ir, sino ser un equipo equilibrado, dinámico y vertical. Y eso no significa que no queramos ser fuertes defensivamente», explicó. Ayer, los riesgos de los que habló hace una semana el entrenador del Levante quedaron más que evidenciados. El conjunto granota saltó al césped con el sello del técnico valenciano. La valentía resulta innegociable. Los futbolistas trataron de tú a tú a un Sevilla que generaba dudas en Liga pero se había redimido en la competición europea. El planteamiento hizo vibrar a la grada durante la primera media hora, pero todo se fue al traste por la alarmante fragilidad defensiva. Los errores de bulto de Oier y los zagueros convirtieron el partido en un drama. El 2-6 encajado en el Ciutat de València obliga a reajustar las piezas para recuperar la solidez perdida.

Las elevadas temperaturas hicieron de Orriols un horno. Además, los problemas defensivos del Levante ayudaron a caldear los ánimos. El encuentro arrancó con muy buenas sensaciones, con los granotas volcados en ataque. En el minuto 9, gozaron de una doble ocasión con Roger y Bardhi de protagonistas. El de Torrent cabeceó picado y el despeje de Vaclik acabó con el balón en los pies del macedonio, cuyo potente disparo se marchó rozando el palo.

El Levante iba a lamentarse. Sólo dos minutos después, Sarabia penetró y asistió a Ben Yedder, quien remató con comodidad entre tres defensas para abrir el marcador. Sin embargo, los azulgrana han demostrado capacidad de reacción. Y devolvieron las tablas al luminoso en apenas 60 segundos. Luna centró desde la banda izquierda, Mayoral intentó sin éxito rematar con la espuela y Roger no perdonó. Cuarto gol del delantero valenciano.

Ayer, Roger cambió de socio. Paco López entregó la titularidad a Borja Mayoral, quien hacía daño merced a su movilidad. Un eslálom del de Parla propició una ocasión de Bardhi. El Levante se mostraba alegre y cargado de confianza. Una actitud de la que se contagiaba la grada. Sin embargo, los espacios y el elevado ritmo acabaron beneficiando al Sevilla. En el minuto 20, Carriço ganó en el salto y cabeceó superando a Oier. El guardameta vasco había salido en falso y sólo pudo levantar la mirada para ver cómo el balón entraba por encima de él.

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En el intenso intercambio de golpes, el Levante tuvo una ocasión de oro para volver a igualar el marcador. Aleix Vidal cometió penalti sobre Bardhi y Morales asumió la responsabilidad desde los once metros. El madrileño se topó con los guantes de un providencial Vaclik. En ese instante, se escapó el partido.

La zaga del Levante sufría demasiado con los balones colgados al área. Pasada la media hora, Prcic cometió una grave pérdida de balón en la medular ante la presión de Sarabia. El madrileño encabezó con inteligencia el contragolpe y, con Róber Pier superado, asistió al lúcido Ben Yedder para que pusiera el 1-3.

Bardhi trató de dar vida al Levante con un sensacional golpe franco desde más de 30 metros, pero su lanzamiento se marchó cerca el larguero. Justo antes del descanso, llegó la puntilla. Oier no tuvo su día y el balón se le escapó de las manos en el área pequeña. Ben Yedder, con la caña preparada, aprovechó el fallo para firmar su hat-trick.

Oier estaba sensiblemente afectado. Al igual que la grada. La mezcla de calor y decepción provocó que miles de espectadores abandonaran el estadio en el descanso. No querían alargar el sufrimiento. Y es que el segundo acto sólo sirvió para prolongar la agonía. En el minuto 48, André Silva encontró la espalda de Róber y Postigo y batió al arquero.

El guardameta guipuzcoano se convirtió en el foco de las críticas de la grada. Incluso recibió alguna irónica ovación cuando atrapó balones que no entrañaban ninguna dificultad. El Levante se mostraba nervioso. Sin confianza. Aun así, no renunció al ataque. Buscó la portería de Vaclik con numerosos jugadores, dejando atrás unos espacios que exprimió el cuadro hispalense. En un contraataque, Sarabia se escapó de Pedro López y envió el cuero a las mallas con un tiro cruzado. Ya no había nada que perder y Paco López hizo debutar a Vukcevic y Moses.

Las altas temperaturas pasaron factura y el ritmo fue disminuyendo. El Sevilla, que había bajado la intensidad, se centró en mantener el orden y dosificar esfuerzos. Sobre la bocina, Vukcevic fabricó un sensacional pase en profundidad para que Moses controlara con el pecho y, de volea, pusiera el definitivo 2-6. Nunca el Levante había encajado tantos goles como local en Primera. Toca revisar la maquinaria