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El Levante no quiere dejarse llevar. Y, a falta de seis jornadas para que la Liga baje la persiana, está en una situación que invita a ello. Los azulgrana dejaron sentenciada la permanencia el pasado domingo con su victoria ante el Betis y, a priori, los puestos que dan acceso a competición continental pueden haberse escapado. Sin embargo, teniendo en cuenta la irregularidad de los equipos que están por encima en la clasificación, el vestuario granota en absoluto renuncia a nada. Eso sí, para soñar con un billete que dé acceso a la Europa League, los de Paco López necesitan ganar hoy en el campo del Valladolid.
Pese a que sólo es cuestión de tiempo, el Levante se despidió anoche de la posibilidad de rubricar hoy la permanencia matemática, ya que para ello hacía falta que el Mallorca no venciera al Celta. Y el cuadro bermellón se impuso por 5-1.
En cualquier caso, el Levante se ha fijado un reto: apurar las opciones de luchar por una plaza continental. La Real Sociedad marca la frontera al ocupar la séptima posición de la clasificación con 47 puntos. Seis más que los granotas. Precisamente, en el tramo final de Liga, todavía deben enfrentarse al conjunto txuri urdin y a otros dos equipos que pelean por un billete para Europa: el Athletic y el Getafe. El capitán, José Luis Morales, no quiere bajar el ritmo.
«Si el partido contra el Valladolid nos lo tomamos con esa intensidad, podemos tener un final de temporada muy bonito. Hemos conseguido el objetivo principal. Soy ambicioso y me gustaría ganar y quedarnos a tres puntos del séptimo y esperar resultados. Me gustaría que estuviéramos inmersos en una hipotética pelea por terminar en esos puestos. Es un buen momento para disfrutar y demostrar hasta dónde podemos llegar«, avisa el Comandante, cuya mejora contractual está pendiente desde el verano pasado: «Hay un acuerdo de palabra para renovar. Tanto el club como yo queremos. Espero que pronto podamos sentarnos y estar aquí todos los años que el cuerpo aguante. Ha habido un primer acercamiento para no dejarlo pasar mucho tiempo, pero debemos acabar la Liga. Por rendimiento puede ser que haya alguna disputilla pero al final creo que llegaremos a buen puerto y será una buena renovación«.
Para la cita de hoy, el Levante recupera a Vukcevic tras sanción y pierde a Melero por molestias. Por su parte, el contrato de Bruno González terminaba teóricamente ayer, pero el club confía en seguir contando con él. Ambas partes están negociando para ampliar el vínculo hasta 2022. De todas formas, Paco López charló ayer con el central canario y optó por dejarle fuera de la lista al entender que la incertidumbre le puede afectar.
Fin de curso cómodo para el Levante. El punto en Pucela es esa última palabra del último examen antes del verano. A los granotas les quedan esas clases sin apuntes, ya en chanclas, de despedida y cierre. El vaso medio lleno o medio vacío.
El Levante salió a dominar. Sin prisa pero sin pausa, tratando de presionar a un Valladolid al que podía pesar la victoria del Mallorca y esa incertidumbre de no haber alcanzado aún los 40 puntos. Pero los de casa tenían las ideas claras y fueron más hábiles a la hora de llevar el partido a donde más les interesaba. Juntaron las líneas en la primera parte y se desmelenaron en la segunda, cuando buscaron sin tapujos la victoria. Y
Desde luego, cuando dentro de menos de tres semanas toque poner las notas a este Levante, la de su guardameta está clara: matrícula de honor. Es el portero que más para de la Liga, la versión vasca de aquel Keylor Navas que concedió una permanencia antes de irse al Real Madrid. En Pucela volvió a ser protagonista con tres acciones de mérito en una segunda mitad en la que evitó el triunfo del Valladolid.
Inició su recital a chut de Waldo y luego frustró por dos veces a Enes Ünal, la última, en ese lanzamiento de penalti que él mismo cometió. Y quizás ahí Medié Jiménez, en medio del caos de tener que señalar una pena máxima en el último minuto de tiempo añadido a instancias del VAR, favoreció al Levante, pues la acción del meta era merecedora de tarjeta anaranjada.
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Sergio vio el partido del Levante contra el Betis. Su equipo estaba bien aleccionado en eso de que si le das espacios, los granotas te matan. Cedió el balón excepto en un par de ráfagas durante la primera mitad y ordenó a los suyos que juntasen la líneas. Campaña, Bardhi y Rochina andan desmelenados. Sobre todo lo del sevillano es un escándalo. Pero ni la mejor versión de los tres jugones logró romper el orden casi marcial planteado por el Valladolid en el primer acto.
Sólo un balón largo muy bien bajado por Mayoral lo finalizó Rochina con un chut desde la frontal, cuando venía en carrera, que se marchó muy alto.
Es más, el descanso llegó con una acción de las que quería evitar Sergio: pérdida del Valladolid en la frontal del Levante y contragolpe. Los granotas avanzaron en superioridad y los locales frenaron la acción pagando como tributo con la cartulina amarilla al valenciano Míchel. Un par de minutos antes se había visto la mejor ocasión del primer acto, curiosamente para los de casa, con un disparo de Alcaraz que se marchó cerca de la portería defendida por Aitor.
En la segunda parte el Valladolid dio un paso al frente y sacó a relucir las vergüenzas de Toño y Coke, que precisamente no están en el mejor momento. Hervías por la derecha y Nacho (junto a Waldo) en la izquierda dieron profundidad al conjunto pucelano, que no se mostró acertado dentro del área. Eso fue lo que salvó al Levante hasta que Paco López decidió mover ficha. Tuvo que tapar esas dos vías de agua con sus titulares, Clerc y Miramón.
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