Soldado, seis tarjetas por irse de la lengua

El Levante tiene un problema evidente de gol y los tres delanteros que acumula en la plantilla (Wesley, Soldado y Bouldini) mantienen ese desafío por resolver en las jornadas que restan. El sábado contra el Alavés, al menos, Wesley vio puerta sentenciando a otro de los rivales directos y dejando con ese 2-0 final al equipo en buena disposición para el ascenso directo. El inconveniente añadido en el que se puede encontrar Javi Calleja es que debido a la acumulación de lesiones que arrastra desde hace tiempo el equipo, de repente se puede encontrar con bajas añadidas que podrían catalogarse como innecesarias.

Es el caso en concreto de Roberto Soldado. El delantero suma dos goles en lo que va de ejercicio. Ha perdido la titularidad –tanto él como Bouldini– y su incidencia no es ni mucho menos la esperada. El matiz es que Soldado lleva un total de 8 tarjetas en su cuenta, una situación que no es nueva debido a su temperamental carácter. De esas ocho, seis de ellas son precisamente por protestar.

Es lo que pasó el sábado en el Ciutat. Una de sus airadas reacciones hacia el árbitro asistente provocaron que tuviera un cruce de palabras con el colegiado y al final, como suele pasar, recibió una amarilla. «Formular observaciones de orden técnico a una de mis decisiones»; «realizar observaciones de carácter técnico a una de mis decisiones»; «hacer gestos provocadores hacia la grada, mientras se retiraba del terreno de juego al ser sustituido»; «hacer observaciones de orden técnico a una de mis decisiones»; «realizar observaciones de orden técnico a una de mis decisiones» y «protestar una de mis decisiones». Son los argumentos que hasta en seis ocasiones han escrito en el acta los colegiados para justificar las amarillas al delantero. Vio amonestación de este tipo contra el Oviedo (jornada 4), Sporting (j.13), Lugo (j. 17), Eibar (j. 35), Las Palmas (j.37) y el reciente encuentro frente al Alavés (j.38). Reto también para Calleja.