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No está siendo la temporada soñada por Roberto Soldado. Ni mucho menos. El delantero valenciano, la principal apuesta del Levante el pasado verano, apenas ha gozado de protagonismo a lo largo del curso. Además, el equipo necesita un milagro para evitar el descenso a Segunda. Precisamente, los azulgrana tratarán de subirse mañana al último tren de la permanencia. Visitarán al Granada con el reto de recortar distancias con un rival directo. Se presenta como una cita especial para el veterano ariete, quien militó durante dos años en el cuadro nazarí. Ahora, aprovechando la baja de Roger Martí, intentará reivindicarse.
Roger, quien se retiró del duelo ante el Barça lesionado, permanecerá entre tres y cuatro semanas convaleciente por una rotura en el recto anterior del muslo derecho. De esta forma, Alessio Lisci deberá elegir un nuevo socio para José Luis Morales en punta de lanza. Tendrá que decantarse entre Roberto Soldado y Dani Gómez. Todo apunta a que apostará por el delante madrileño, quien se alza como uno de los habituales recursos del técnico italiano desde el banquillo.
Soldado no compite desde el 19 de marzo, cuando el Levante sufrió una derrota demoledora en El Sadar. Sólo cinco días después, el atacante se retiró de un entrenamiento con molestias musculares. Las pruebas médicas revelaron una microrrotura en los isquiotibiales del muslo izquierdo. A principios de este mes, el valenciano se reincorporó al grupo. Entró en la convocatoria contra el Barcelona y ya se encuentra en plenas condiciones para volver a jugar.
Entre 2019 y 2021, Soldado defendió con éxito la camiseta del Granada. Sin embargo, el pasado verano, el delantero decidió que era el momento de regresar a su tierra. El Levante aprovechó que en el contrato del futbolista existía una cláusula que le permitía desvincularse del club nazarí mediante el pago de 500.000 euros antes del 1 de julio. Ante esta oportunidad, la entidad de Orriols movió ficha y se comprometió con el valenciano hasta 2023 con una temporada más opcional. El ariete, de 36 años, había exhibido su pólvora en todos los conjuntos por los que había pasado. Tanto es así que llegaba al Ciutat con 201 goles en su expediente contabilizando los partidos oficiales que había disputado en la élite. Tras su debut con el primer equipo del Real Madrid en 2004, había vestido la camiseta de Osasuna, Getafe, Valencia, Tottenham, Villarreal, Fenerbahçe y Granada. Arrojaba una media de 0,37 goles por partido.
En el Levante, su promedio está siendo de 0,25 tantos por encuentro. Cabe destacar que, de sus cuatro dianas, tres llegaron en la Copa del Rey. Su único gol en lo que va de Liga se produjo el 8 de enero frente al Mallorca. Además, la temporada de Soldado ha estado empañada por las dos expulsiones que ha sufrido en partidos determinantes. Y a principios de curso, se perdió dos meses de competición por una dolencia en los isquiotibiales y en el aductor de la pierna derecha.
Más de 250 hinchas
El Levante estará bien acompañado en Los Cármenes. Acudirán entre 250 y 300 aficionados granotas al estadio. De ellos, 205 adquirieron la entrada en la grada visitante. Se desplazarán dos autocares de la Delegación de Peñas, un bus de Levante Fans y numerosos coches particulares.
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