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Las malas noticias se acumulan en el Levante. Al amargo empate cosechado este viernes en el Ciutat ante el Zaragoza, se unió la expulsión de Saracchi tras dirigirse de manera indisciplinada al árbitro. El uruguayo será sancionado y causará baja en el próximo partido, en el que tampoco estará Vezo. El central portugués volvió de forma prematura de su lesión en el isquiotibial directo al once, ante la sorpresa de muchos, y duró apenas tres minutos sobre el césped. Una recaída de manual. Esta mañana se ha conocido el parte médico oficial del jugador, que confirma los peores presagios.
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Vezo se perderá las próximas ocho semanas de competición, es decir, dos meses. Lo que queda de temporada regular, vaya. No estará disponible para los últimos ocho compromisos ligueros del Levante. Sólo podría reaparecer en esta campaña si el conjunto granota tuviese que disputar el play-off de ascenso, que se juega en el mes de junio. Y aún así, habría que ver cómo se encontraría físicamente tras dos lesiones en el mismo músculo y sin ritmo de competición. Por tanto, se le descarta salvo milagro para lo que resta de temporada.
La recaída de la lesión muscular en los isquiotibiales del muslo izquierdo que padeció en el mes de febrero abre el debate de la necesidad que había de alinear a Vezo desde el inicio ante el Zaragoza. No se debió correr el riesgo de dar la titularidad a un jugador que venía sin ritmo tras recuperarse antes de lo esperado. Y más siendo un futbolista que ya tiene un largo historial de lesiones. Ahora, se le pierde completamente. Calleja tendrá que hacer encaje de bolillos para el partido ante el Eibar, el próximo. Porque la defensa está en horas bajas. Saracchi, sancionado. Vezo, Mustafi y Postigo, lesionados. Un drama.
Álex Muñoz deberá reubicarse de nuevo en el centro de la zaga para formar pareja con Róber Pier, que lo está jugando todo. Esto deja un vacío en el lateral izquierdo que podría ocupar Son, como ya hizo en el tramo final de temporada pasada bajo las órdenes de Lisci. La otra opción es la de retrasar a Iborra a la zaga junto a Róber Pier, desplazando a Álex Muñoz al lateral. Sea como fuere, el Levante no se puede permitir más bajas en defensa. Y menos todavía en el tramo decisivo de la temporada donde está en juego el ascenso a Primera.
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