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R. González
Dénia
Jueves, 9 de junio 2022, 21:03
Los archivos municipales constituyen una parte fundamental de los ayuntamientos, surgieron ligados a su actividad y custodiaban, entre otros los documentos que recogían los derechos de los ciudadanos. Con el paso del tiempo se han ido modernizando y digitalizando, aunque aún conservan una parte de su esencia, el documento en papel. Un ejemplo de esa evolución se puede ver en el Arxiu Municipal de Dénia. Allí los documentos más antiguos que conservan son actas de 1492.
Con una mesa con distintos tipos de materiales y unos guantes de algodón al lado para que la grasa de las manos no dañe el delicado papel, Rosa Seser, la archivera municipal, se prepara para explicar el funcionamiento del que es su lugar de trabajo desde hace varias décadas. Es un día especial, cuenta con un público que ha acudido este jueves a las visitas organizadas con motivo del Día Mundial de los Archivos.
La organización resulta esencial porque los fondos y expedientes están en constante crecimiento. Avanzan al ritmo que lo hace el consistorio al que están vinculado. En lo que va de año ya llevan más de 12.000 expedientes. El material se divide en cuatro bloques: Gobierno, Administración, Servicios y Hacienda. Para determinar en qué apartado va cada cosa han establecido más de 700 procedimientos diferentes.
Mucho han cambiado las cosas desde que llegó Seser. En aquel momento el tema de la digitalización era algo muy lejano en el horizonte, pero hoy en día es vital y permite a los usuarios conocer desde los documentos más recientes hasta aquellos tesoros históricos que ven la luz en determinadas ocasiones, pues sólo suelen salir para exposiciones y por cortos periodos para evitar que se dañen.
Los primeros documentos que conservan son precisamente los de las actas de los plenos del Consell, como entonces se denominaba al ayuntamiento. Un notario daba fe de ellas. Esta serie documental se remonta a 530 años atrás y sigue abierta porque la Corporación municipal sigue celebrando sesiones plenarias, aunque las de ahora no se guardan en papel.
La archivera recalca que es una de la documentación más importante de la ciudad porque “cuenta el día a día”. Entre las curiosidades que aparecen reflejadas en este tesoro del Arxiu de Dénia aparece un apunte sobre la contratación de un maestro para la escuela que también era cirujano, lo que mostraba cómo era la vida en aquella época. “Aquí encontramos verdaderas maravillas”, reconoce Seser.
Otra de las perlas que alberga es un 'Llibre de Caixa' de 1653 y 1654. En él se detallan los pagos que se efectuaban. Uno de ellos correspondía a “la limpieza de la prisión para cuando estuvieran los forzados”, explica.
También hay material de la Policía Urbana de 1852, libros con listados de las empresas con actividad en Dénia y no falta información de la sucursal de la Cooperativa Wholesale SL de Manchester que se dedicaba a la exportación de la pasa a principios del siglo XX. Otro más reciente y controvertido es el Plan General de Ordenación Urbana de 1972 y es que muchas de las consultas que reciben se centran en el urbanismo.
El volumen de material no deja de crecer. “Tenemos unas 30.000 cajas” en cuanto a materia físico, entre actas, fotos, cartelería, prensa histórica y planimetría. Todo ello debe conservarse en unas condiciones específicas de temperatura, oscuridad y humedad para que se conserven bien. La cantidad es tan grande que no se encuentra sólo en el edificio del Arxiu Municipal. Hay material repartido en otros espacios.
Paso a paso lo están digitalizando todo. De esta manera se puede consultar de una forma más sencilla y se puede enviar a los usuarios que les trasladan peticiones de documentación.
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