R. X.
Pego
Martes, 11 de octubre 2022, 17:21
Brisa finaliza su recuperación en la Muntanyeta Verda, en el Parque natural del Marjal de Pego-Oliva. Se trata de una hembra joven de águila pescadora procedente de Menorca que fue encontrada y recogida en el mar por los agentes medioambientales en sus primeros vuelos del nido.
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Fue trasladada al Consorci de Recuperació de Fauna de les Illes Balears donde mejoró y recuperó peso, pero dada la dificultad de su recuperación, el Govern de les Illes Balears propuso a la Generalitat Valenciana la incorporación de este ejemplar en el proyecto de reintroducción en la Comunitat, en el que participa la Fundación Migres gracias al apoyo de la Fundación Iberdrola.
Fruto de estos estos acuerdos Brisa fue trasladada al nido artificial donde finaliza su recuperación. El águila pescadora, de unos 280 días de vida, ha pasado por un proceso de recuperación, entre otros lugares a un centro especializado de Santa Faz.
Ya con mejores condiciones, se decidió enviarla a la Marjal de Pego, “porque se trata de una ubicación con condiciones perfectas para poder acabar su recuperación y también vivir”, explicaba ayer Itziar Colodro, miembro de la Fundación Migres, una de las patas de este proyecto de recuperación del águila pescadora en la Marjal, de forma conjunta con el Servei de Vida Silvestre de la conselleria de Medi Ambient, la Fundació Iberdrola y los ayuntamientos de Oliva y Pego.
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Ya en el paraje pegolino, Brisa deberá estar unos días de rehabilitación, “se le ha hecho un injerto de plumas en la cola, que sufrió heridas cuando cayó en el Mediterráneo”, apuntó Colodro, quién cree que en una semana el ave podrá empezar a volar.
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Los técnicos encargados del proyecto le colocaron a Brisa un GPS, “para saber donde está en todo momento y detectar posibles amenazas, ya se hizo con los anteriores inquilinos”, matizó la responsable de la Fundación Migres.
Brisa es el relevo de Estell, el anterior ejemplar del águila pescadora que vivió en la Marjal pegolina, y que también formó parte de este proceso de reintroducción; pero de la que lamentablemente hace unos meses que no se sabe nada.
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Este proyecto cuenta con un presupuesto anual por parte de Fundación Iberdrola de 50.000 euros, y se enmarca en uno de sus principales ejes de actividad, como es la protección de la avifauna y la conservación de los hábitats.
El objeto de esta colaboración es la obtención de jóvenes pescadoras de diferentes países donantes para su traslado a la Comunitat Valenciana, donde se liberan mediante las técnicas de nido artificial, habituales en este tipo de proyectos de reintroducción.
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El objetivo final es la recuperación de una población reproductora autosuficiente en la Comunitat tras más de 50 años de su desaparición.
El número estimado necesario para ello es de 100 pollos, que se pretenden liberar a lo largo de cinco años, para lo que se cuenta con el apoyo de países donantes como Escocia, Suecia, Noruega, entre otros.
En un principio la previsión era la liberación de un mínimo de 12 jóvenes en 2022 pero la repentina aparición de un brote particularmente virulento de gripe aviar impidió el movimiento de ejemplares dentro del ámbito europeo, por lo que se prevé para el próximo año el traslado del número de ejemplares inicialmente previstos.
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