R. González
Dénia
Lunes, 24 de mayo 2021
Los agricultores que se dedican al cultivo de la cereza han visto esfumarse las pocas esperanzas de salvar la cosecha de este año. Las lluvias del domingo han sido la estocada para una campaña «catastrófica», como la definió ayer Vicente Sanchis, presidente de la Cooperativa Cerezas Montaña Alicante, con sede en Al Patró, en la Vall de Gallinera.
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El presidente estuvo ayer paseando por los campos para ver los estragos en la fruta. La cosecha de la denominada media estación se ha ido al traste porque, según comentó, se han abierto "el 100% de las cerezas, no ha dejado nada que se pueda recolectar de las 'Prime Giant'". Una variedad más grande y dura, pero también más propensa a agrietarse.
Estaba previsto que esta semana comenzase la recolección. Ahora, tal y como han quedado, "no pueden comercializarse", tanto por la presencia como por lo rápido que se pudre el producto al estar rajado. No se pueden exportar, ni tampoco vender en los mercadillos, lamentó Sanchis, porque aunque tienen buen sabor, las piezas están castigadas y no aguantan.
Este tiempo ahora se destinará, en cambio, a hacer valoraciones de los daños.
Este es el segundo golpe que reciben estos agricultores esta temporada. El primero se produjo a principios de abril. Entonces las precipitaciones y, sobre todo, la niebla y la humedad, provocaron cuantiosos daños que echaron a perder buena parte de las primeras cerezas de la temporada, las de la variedad 'Burlat'. Afectó a entre el 50% y el 60%. Hubo algunos propietarios que lo perdieron todo.
Tras todo esto, la campaña y la temporada se ha acabado para ellos. Esta vez "sólo hemos cogido un 25% de la producción", detalló el presidente de la cooperativa. Según indicó, esperaban haber alcanzado este año hasta 800.000 kilos, pero la climatología se ha encargado de impedirlo.
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Vicente Sanchis también hizo hincapié en que este año se ha exportado muy poco. Aunque matiza que quizás sea mejor así, pues "la fruta que hay en esta campaña no representa la calidad que tenemos en la Vall de Gallinera".
Este no es el primer año nefasto para la cereza en la Marina Alta. De hecho, el presidente de la cooperativa recordó que con este ya van tres temporadas consecutivas en las que las cosechas sufren daños y las producciones son muy bajas. En ese sentido, puntualizó que cuando son muy buenas pueden llegar a 1,5 millones de kilos. Además señaló que la pasada campaña envasaron tan sólo 4.000 kilos.
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