El alcalde de El Verger solventa su renuncia en un pleno de un minuto

Con extrema puntualidad ha dado comienzo la sesión a las 13 horas, y ha concluido con gran rapidez. Coll dicho unas palabras, se ha levantado y ha salido del salón de plenos. Sin dar tiempo a que nadie dijera nada. Según ha reconocido, ha decidido hacer esta despedida corta para «no dar cabida a la hipocresía» en las palabras de los concejales.

En su discurso, le ha espetado al resto de la Corporación que había llegado «el día tan esperado, anhelado y deseado por todos los que estáis aquí en la mesa, pero no así por la mayoría del pueblo». Esa ha sido su única mención a compañeros del PSPV y a los dos partidos de la oposición, PP y Compromís.

Ha preferido centrar su adiós en otros aspectos. Ximo Coll ha destacado que para él había sido el honor más gran de su vida el haber estado al frente del ayuntamiento durante casi cinco años. Dos al principio de la pasada legislatura en la que alternó la Alcaldía con Compromís y lo que llevaba de este mandato en el que los socialistas gobernaban en minoría.

Asimismo, ha aprovechado la ocasión para dar las gracias a los vecinos que confiaron en él para llevar las riendas del pueblo. Y también se ha acordado de los que «me han tenido que aguantar» en el Ayuntamiento de El Verger.

Estas palabras las ha ofrecido en un salón de plenos en obras, con ventanales apilados contra una pared a la espera de ser colocados, y con la asistencia de algunos representantes socialistas y nacionalistas de la comarca. Entre ellos estaba el histórico dirigente del PSPV de Gata, Vicent Font, y el alcalde de Ondara, José Ramiro, que el 26 de marzo será proclamado secretario general de los socialistas de la Marina Alta. Este último ha dicho que iba en calidad de amigo de ediles.

En ese sentido, ha señalado, una vez vacía de concejales esa estancia, que desde hacía tiempo estaba cogiendo forma todo este asunto que ha acabado con su renuncia. «De Miguel (Pou) me lo esperaba, pero no de Inma (Pericás)».

Ya en el exterior de la Casa Consistorial, el portavoz de Compromís, Basili Salort, ha subrayado que Ximo Coll «estaba dimitido desde hace 14 meses, cuando se puso la vacuna».

También ha hecho hincapié en que la realidad es «tozuda» y que no le quedaba ninguna otra salida, porque él era «la piedra en medio del camino» que impedía que el pueblo progresara.

Respecto a quien le sucederá en la Alcaldía, Salort ha remarcado que con Juan Chover se abrirá un nuevo abanico de posibilidades para llegar a acuerdos puntuales. No obstante, ha insistido en que eso no significa que Compromís vaya a cambiar de posición. De hecho, la pasada semana ya avanzó que no pensaban entrar en el equipo de gobierno con los socialistas.

Por su parte, la popular Adela Moncho ha indicado que al municipio «le hacía falta este cambio». Y ha reiterado su oferta de colaboración con el PSPV tras la marcha de Coll, «como hasta ahora», para sacar adelante cuestiones puntuales para el bien de la localidad.

Además, ha aprovechado para contestar a Coll que quizás él pensara que el PP anhelaba lo sucedido, pero que lo único que querían los populares era «una legislatura más tranquila».

Una vez se ha dado cuenta de la renuncia de Ximo Coll, la socialista Inma Pericás será de forma provisional la munícipe. En primer lugar, se ha pedido a la Junta Electoral Central que entre en la Corporación la número 6 de la lista socialista. Puesto que ocupaba Remedios Fructuoso. La previsión que manejan es que el jueves ya podría estar completo el grupo municipal del PSPV y el viernes, se podría convocar el pleno de investidura de Juan Chover, si no hay contratiempos.

Chover, que se está recuperando de una enfermedad, ha declinado hacer declaraciones por el momento. Esta es su primera legislatura como edil, pero lleva ya 35 años como secretario general de la Agrupació Socialista de El Verger.