R. D.
Lunes, 5 de julio 2021, 18:25
Dénia y Els Poblets vuelve a unir sus fuerzas para evitar que un verano más los vecinos de la zona de la desembocadura del río Girona pasen otro verano con malos olores. Ambos municipios han acordado costear la creación de una barrera de cantos rodados en la desembocadura del río para evitar que se estanque el agua y las algas. Una medida que ya se puso en marcha hace dos años y que se mostró como una eficaz solución.
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De nuevo serán las arcas municipales, de Dénia y Els Poblets, las que sufragarán la actuación, sin contar con la ayuda de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ni Costas. Aunque si es cierto que los primeros se harán cargo de la extracción de las algas que hay acumuladas en este último tramo del cauce del río.
El acuerdo entre ambos consistorios, a través de sus alcaldes, Vicent Grimalt y Carolina Vives, ha tenido lugar hoy durante la reunión que han mantenido los ediles con la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, y representantes de la (CHJ) y la Jefatura Provincial de Costas.
Durante el encuentro los presentes han coincidido en valorar que el problema, que se repite cada verano, se debe al espigón de la desembocadura, que facilita que las algas se adentren río adentro y al mismo tiempo impide que vuelvan a ser arrojadas al mar.
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