Dénia recrimina al Consell que quiera que le ceda los terrenos para que «alguien haga negocio con la residencia»

El Ayuntamiento de Dénia está a puertas de que la Conselleria de Servicios Sociales le retire la delegación de competencias para construir la segunda residencia de la tercera edad y centro de día de la ciudad, pero el gobierno local quiere luchar hasta el último momento. En el pleno extraordinario celebrado este jueves para aprobar las alegaciones a la propuesta de revocación, PSPV y Compromís han defendido su proyecto y han acusado a la Generalitat de querer volver «al sistema Cotino». El alcalde, Vicent Grimalt, ha desvelado que el nuevo director general de Infraestructuras Sociosanitarias les dijo en una reunión mantenida el lunes que no pasaba nada si les revocaban las competencias. Es más, les propuso que cedieran los terrenos a la Generalitat, «que alguien hará negocio con la residencia de Dénia y no vamos a pasar por ahí», ha recriminado el primer edil.

La propuesta de alegaciones ha salido adelante con el único respaldo del ejecutivo local. El Partido Popular y Gent de Dénia se han abstenido y Vox ha votado en contra. La regidora de Territorio, Maria Josep Ripoll, ha insistido en que no van a renunciar al proyecto pese a las trabas que ha puesto el gobierno autonómico, que ha llegado a tildar el proyecto presentado por el consistorio de «residencia de lujo».

La edil ha reiterado que el aumento del presupuesto de la residencia respondía a los requerimiento marcados por la nueva ley de 2023 y al alza de precios. Según ha dicho, la incorporación de nuevos requisitos, junto al cambio de precios y la exigencia de mantener las 100 plazas sin variar el coste, es algo de «imposible cumplimiento». De ahí que Dénia planteara la alternativa de un proyecto en dos fases.

María José García, concejala de Compromís, ha recalcado el «menosprecio» que muestra la Generalitat por el modelo de residencias públicas. Y ha recordado que Dénia lleva «demasiado tiempo» asumiendo competencias impropias con la gestión de la residencia de Santa Llúcia, que le cuesta a las arcas municipales un millón de euros al año.

Desde el PP, Pepa Font ha lamentado «la falta de diligencia» del equipo de gobierno. La líder de los populares ha dudado que Dénia pueda tener la infraestructura construida a principios de 2026, como está fijado para no perder la subvención europea. «Acabamos de tirar a la basura 10 millones de euros», ha recalcado.

El concejal de Vox, Félix Redondo, ha pedido a socialistas y nacionalistas que «no vayan de soberbios» y que no pierdan el tiempo en alegaciones porque la ciudad necesita esa residencia. En su opinión, el equipo de gobierno debería escuchar a la Generalitat y amoldarse a los requerimientos que les han trasladado en lugar de «marear la pediz».

Por su parte, el portavoz de Gent de Dénia, Mario Vidal, también ha recriminado al equipo de gobierno su «falta de diligencia» porque en 2021 debería haber presentado el proyecto cuanto antes y sin tantas deficiencias. A estas alturas, considera que resultará imposible cumplir la fecha de finalización de la residencia porque el margen de un año es insuficiente para licitar las obras y construir la residencia y centro de día.

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