Dénia también suspende un año licencias para pisos de alquiler turístico en el casco urbano

Algunas ciudades están tomando medidas para frenar la proliferación de viviendas turísticas, de cara a analizar la situación y regular el sector, como es el caso de Valencia. Dénia también va a dar pasos en ese sentido y en el pleno de la próxima semana aprobará la suspensión cautelar de la concesión de certificados para ese tipo de pisos, pero sólo en el casco urbano. Esta moratoria estará vigente durante un año, prorrogable, y no afectará a otros puntos del término municipal, como Les Marines, Les Rotes o el Montgó.

La edil de Territorio, Maria Josep Ripoll, avanzó ayer varios aspectos de la suspensión de licencias. Según explicó, se ha optado por esta medida para, en ese tiempo, analizar el estudio elaborado por la Universidad de Alicante sobre la situación del sector y evaluar la batería de propuestas que sugiere.

De esa forma el consistorio tendrá margen para decidir cuáles se van a aplicar. Una decisión que tomará después de presentar al sector el estudio de la UA y emprender un trabajo encaminado a pensar en el modelo turístico de futuro y de seleccionar los parámetros a aplicar para lograrlo.

Dénia cuenta en la actualidad con unas 45.000 casas, de las que más de 20.000 son segundas residencias. La ciudad tiene, dentro de ese conjunto, 5.000 viviendas de alquiler turístico legales. La mayor parte de ellas se reparten entre Les Marines, Les Rotes y el Montgó.

La edil puso de relieve que en algunos barrios del casco urbano «las densidades de este tipo de alojamiento empiezan a ser preocupantes». También reconoció que su «crecimiento descontrolado» estaba provocando «conflictos de convivencia» con los vecinos de los inmuebles en los que están estas casas y pisos. De ahí que se hayan puesto manos a la obra para buscar una solución.

La moratoria no será la única medida en esta materia que se apruebe en el pleno del jueves. En esa sesión se votará la suspensión del cambio de usos de los bajos comerciales a viviendas turísticas y no se permitirán las obras encaminadas a ese fin. Esto no afectará en el caso de que el nuevo uso sea el de hogar habitual.

En ese sentido, Maria Josep Ripoll arremetió contra el nuevo decreto de la Generalitat Valencia que modifica la normativa de los pisos de uso turístico. Según dijo, «es un gran error y ataca al comercio local» al permitir que el uso de los bajos comerciales pueda pasar al de alojamiento turístico y «flexibilizar los requisitos de habitabilidad». Como el equipo de gobierno, formado por PSPV y Compromís, no está de acuerdo con lo que pretende la Generalitat en ese aspecto, ha decidido dar luz verde a un punto que bloquee la posibilidad de ese cambio de uso en el caso de los locales.

Ciudades como Valencia ya dieron tiempo atrás pasos para regular el sector. En mayor suspendió licencias por un año para nuevos apartamentos turísticos en comunidades de vecinos y bajos comerciales. Esta medida la extendió a siete pedanías, como El Saler, El Palmar y El Perellonet. Por su parte, Calp acordó una moratoria en el cambio de uso de local comercial a vivienda.

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