Un afortunado gana el bote de 1.214.432,18 euros en la Bonoloto de este miércoles en un municipio de 10.000 habitantes

Para la mayoría de los mortales el Turismo consiste en buscar un destino, ir allí y disfrutarlo como a cada uno le apetezca: tumbarse en la playa, visitar catedrales, asistir a conciertos, hacer senderismo, jugar al golf, comer en un restaurante especial... Es de los primeros gastos que corta una familia cuando le vienen mal dadas, ya que sobreentienden que sí, que está muy bien, pero que es prescindible. Casi una frivolidad. Para las personas que viven directamente del sector, la visión es muy diferente.

Publicidad

Las administraciones públicas, todas, desde el Estado hasta el Ayuntamiento, pasando por la Comunidad Autónoma y la Diputación Provincial, tienen departamentos dedicados en exclusiva al Turismo, porque así lo pidió el sector hace ya muchos años. Y es que lejos de ser una frivolidad, el Turismo realiza grandes aportaciones a las arcas públicas.

En el año 2019, justo antes de la pandemia nuestra de cada día, el Turismo suponía nada menos que el 12,9% del PIB español, cifra que subía aún más en la Comunidad Valenciana, hasta el 15,5% (en dinero: 17.883 millones de euros; en empleo: 318.522 puestos de trabajo, según datos de Exceltur). Casi nada.

Con el cierre, el confinamiento y las demás restricciones impuestas, estas cifras se desplomaron. Y no únicamente estas cifras. Al desplome del sector -eso ya lo saben, pero recordémoslo- siguió la de aquellas actividades que sin ser directamente turísticas estaban muy vinculadas por proveer servicios y/o productos especializados.

Parece que ahora, en 2022, tenemos buenas perspectivas. Parece que estamos ya tocando con los dedos el fin de la pandemia y por eso esta última edición de Fitur, celebrada la pasada semana, era tan importante para los municipios de la Marina Alta.

Publicidad

Nuestra comarca, aceptémoslo, vive en gran parte gracias al Turismo. Muchas pequeñas empresas esperan como agua de mayo la llegada de las buenas temperaturas porque con ellas llegan también los visitantes, deseosos de adquirir nuevas experiencias y con ellas, bienes de consumo, desde habitaciones de hotel a prendas de ropa, desde paseos en barco a cenas románticas, desde jornadas deportivas a vinos locales.

Pero la gente no va a venir sin más.

Muchos ponen en duda la asistencia a ferias como parte de la política turística, haciendo notar que hoy en día una buena parte de los turistas acceden a los destinos a través de internet. Sí, eso es verdad. Pero no es la única verdad. Una feria como Fitur es el escaparate perfecto de la industria turística, allí se crean nuevas alianzas, se puede investigar sobre las tendencias, se sientan las bases de colaboraciones futuras y, sobre todo, se muestra al mundo las maravillas de un destino. Sin perder de vista tampoco que los madrileños, y Fitur se celebra en Madrid, adoran las playas y costas valencianas.

Publicidad

Invertir en Turismo no es una frivolidad, pero únicamente si se sabe hacer bien y se tiene en cuenta al sector. Deberíamos recordarlo de vez en cuando.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad