R. D.
Pedreguer
Miércoles, 23 de octubre 2024, 17:17
Las excavaciones realizadas en la Cova del Randero de Pedreguer han confirmado el primer hallazgo de canibalismo ritual del Levante Peninsular en el contexto del Neolítico. Arqueólogos del MARQ y especialistas en tafonomía del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) han dado a conocer este descubrimiento, que se remonta a comunidades de pastores, agricultores y artesanos de hace 6.400 años.
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Un equipo interdisciplinar en arqueología, antropología y arqueozoología dirigido por Jorge A. Soler, prehistoriador y director del Mubag; Consuelo Roca de Togores, arqueóloga de la Diputación de Alicante; Mª Pilar Iborra y Rafael Martínez Valle, del IVCR+i, ha dado a conocer las conclusiones de este trabajo basado en la determinación en huesos humanos de señales de desarticulación, descarnación o marcas de diente humano. Los resultados también se presentaron el pasado mes de septiembre en dos foros científicos internacionales: el VIII Congreso Internacional del Neolítico en la Península Ibérica de la Universidad de Alcalá de Henares y el XVII Congreso Nacional e Internacional de Paleopatología del Museo de Segovia.
La presentación de las conclusiones de los trabajos de investigación desarrollados en el marco del Plan de Excavaciones e Investigaciones arqueológicas del MARQ ha contado con la presencia del presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, y del alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús. En ella, Soler ha explicado que el canibalismo era una actividad relativamente común durante el Neolítico, prácticamente en toda Europa, y en la Península Ibérica se concentra sobre todo en zonas de Andalucía. Las causas, según distintos autores, podían ser gastronómicas, por violencia o por ritual.
Además, el director del Mubag ha recordado que ya en 2017 se publicó que en la comarca de la Marina Alta el hallazgo de otros huesos humanos con mordeduras humanas y marcas de corte procedentes de les Coves de Santa Maira, en Castell de Castells, que remiten al Mesolítico. Según ha remarcado Soler, todo esto «contribuye a hacer de la provincia de Alicante un referente en el marco de la investigación prehistórica y paleoantropológica».
Respecto a los hallazgos en la Cova del Randero de Pedreguer, Consuelo Roca de Togores ha puntualizado que «la falta de señales de violencia en ninguno de los huesos conservados, sumado a que aquellos que presentan marcas se corresponden con sujetos infantiles, hace suponer su ingesta como un acto ritual selectivo vinculado al duelo funerario, en un contexto familiar, consumidos en lo que pudiera formar parte de un ritual funerario, en un pensamiento circular donde la muerte se proyecta en la vida, haciendo propio el recuerdo de un ser vivo y querido».
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Hace 6.400 años un grupo de la comunidad de pastores que frecuentó o residió en la Cova del Randero para acoger ganado doméstico y su procesado cárnico arrojó a una galería interna, usada como basurero, desechos domésticos que incluían una gran cantidad de huesos de animales procesados (fundamentalmente ovejas y cabras). Junto a ellos había fragmentos de huesos pertenecientes a un mínimo de ocho esqueletos humanos, entre adultos y niños.
Dos de esos huesos, un fragmento de mandíbula de un niño de unos seis años y un cúbito de un perinatal de unas 40 semanas de gestación, presentan claras evidencias de manipulación antrópica 'peri mortem', es decir, cuando el hueso todavía estaba fresco. Eso confirmaría un canibalismo selectivo. Las investigaciones permitieron identificar en 2023 varios tipos de marcas antrópicas, como cortes realizados con instrumental de piedra para desarticular y para descarnar, fracturas por flexión para acceder a la médula y mordeduras humanas, en algunos casos provocando la destrucción de algunas partes del hueso.
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Los trabajos en este enclave se han llevado a cabo entre 2007 y 2021 a lo largo de catorce campañas del Plan de Excavaciones del MARQ, con el apoyo del Ayuntamiento de Pedreguer. Los hallazgos tuvieron lugar concretamente en 2018 y la investigación en laboratorio sigue en curso en la actualidad. Hasta ahora la importancia de la cueva radicaba en haber sido excavada en los niveles del Neolítico Medio, ofreciendo muchos datos en cuanto a gestión y organización del espacio físico y temporal.
El presidente de la institución provincial alicantina ha recalcado que «la Diputación mantiene firme su compromiso por la investigación a través del plan anual de excavaciones del MARQ». Toni Pérez ha puesto de relieve que «en este caso, hemos tenido la oportunidad de crear alianzas para ir de la mano del Ayuntamiento de Pedreguer durante años de trabajo y poner en valor el rico patrimonio histórico y cultural que tiene la Cova del Randero».
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